El caso de Bihar y Nitish Kumar

¿Bihar? Y eso, ¿qué es? Bihar es… un lugar. Un estado en la India. El estado mas pobre del subcontinente asiático. ¿Pobre? ¿Pero qué es... Por Cuarto Intermedio

¿Bihar? Y eso, ¿qué es? Bihar es… un lugar. Un estado en la India. El estado mas pobre del subcontinente asiático. ¿Pobre? ¿Pero qué es pobre? Bien, démosle dimensión al asunto.

(Cuarto Intermedio – 18 de marzo de 2011)- El Estado de Bihar queda en el este de India. Su superficie es de 99.200 km2 y está habitado por más de 100 millones de personas. La densidad de población es de 837 almas por kilómetro cuadrado (en la provincia de Catamarca, de similar tamaño, viven mas de 367 mil personas, lo que arroja una densidad poblacional de 3,58 habitantes por km2). En términos de espacio y personas, el contraste es fuerte.Hasta aquí, simplemente una introducción, pues nada se ha dicho de pobreza. Veamos entonces algunos datos: el producto bruto interno (PBI) per cápita de Bihar (una medida que se utiliza para medir y comparar el estándar de vida de un país) es de 148 dólares por año. No es un error. En promedio, una persona en Bihar produce bienes y servicios por 148 dólares… en todo el año (o sea, 40 centavos de dólar por día). Este número podría no decir mucho. Pero se transforma en contundente cuando se lo compara con el de la India (US$ 1.134), Catamarca (US$ 2.540), la Argentina (US$ 7.666) o los Estados Unidos (US$ 45.989). ¿Más datos? La tasa de mortalidad infantil (muertes antes del año de vida, cada 1.000 bebes nacidos vivos) en Bihar es de 56, mientras que en Catamarca (y es un número que duele, y mucho) la cifra es de 7.8.Podría seguir, casi indefinidamente. Pero, ¿a qué viene todo esto?Bihar está disfrutando de un proceso de cambios sin precedentes en su historia. La llegada de un señor llamado Nitish Kumar lo explica; se trata, en efecto, de una revolución. Kumar, gobernador electo desde 2005, es verdaderamente un líder y un visionario, que llegó para cambiar las cosas en serio.Tradicionalmente, Bihar estuvo gobernada por gángsters, pandillas y bandidos. Aún mientras India avanzaba (y lo hace desde hace tiempo), Bihar iba para atrás. Hasta que en 2005 Kumar llegó al poder, con una propuesta cuya maravilla es su sencillez. Bajo su gobierno, Bihar tiene un récord de juicios express a los entonces afamados criminales. Planteó una agenda de desarrollo y construcción, que incluyó la conclusión de puentes, carreteras y rutas (incuso aquellas que habían dejado de existir por desidia); también nombró a más de 100.000 maestros y decidió asegurarse que sus políticas de salud abordasen -y controlasen- la atención primaria.Y sí, Nitish Kumar es un caso único en la India, y de estudio en el mundo; tras dos procesos electorales, la oposición fue barrida de la escena política (el oficialismo controla más de 4/5 de los escaños legislativos).Hay más. Para citar dos ejemplos, la Fundación Bill y Melinda Gates está trabajando en el terreno, con programas que oscilan en alrededor de US$ 100 millones por año (¿recuerda el lector los números del inicio?) que abordan, entre otras cosas, la problemática de los recién nacidos y sus madres (jóvenes en su mayoría). Además, la Corporación Financiera Internacional, el órgano del Banco Mundial que participa en inversiones para desarrollar países, también trabaja en Bihar, felíz de haber sido convocado por Kumar, y una revista le dio un premio al mejor reformador de negocios del mundo, superando a un ministro de Dubai.El empuje de organizaciones de base y de movilizaciones populares hizo posible este fenómeno. Hace años que demandan mejoras en su calidad de vida, hasta que finalmente, el pueblo se pudo imponer. Por supuesto, esto no escapa a que tanto la India como el mundo están cambiando…Alguno se preguntará si este proceso y este hombre no tienen defectos. Claro que los tienen. Pero no se trata de señalar (aquí) los costados positivos y negativos del asunto. Se trata, una vez más, de dejar en evidencia que el cambio es posible, aún en los lugares más difíciles, necesitados, con poca educación e inmersos en sistemas extremadamente rígidos (como el sistema de castas). Si se puede en Bihar, ¿cómo no va a poderse en lugares con menos necesidad y más educación? El cambio es posible, sólo que tarda un poco más. Y como siempre, el cambio se hace desde abajo.