La causa por el asesinato del militante del PO Mariano Ferreyra, por la que está preso el histórico sindicalista ferroviario José Pedraza, tiene una arista todavía poco explorada que podría derivar en un escándalo.

(Cuarto Intermedio – 21 de marzo de 2011)- La jueza Wilma López apartó, semanas atrás, al controvertido perito de parte Roberto Locles, quien presuntamente habría dañado la bala que mató a Ferreyra durante una pericia en la que participó. Se trataba de una pericia para determinar cuál fue la trayectoria de ese proyectil, porque según un informe de Gendarmería, la bala habría rebotado en el piso e impactado en el cuerpo de la víctima, lo que permitiría a los abogados defensores argumentar que no existió intención de matar sino de intimidar. Ello abriría la puerta a la hipótesis del “homicidio preterintencional”, con una condena menos grave que la figura actual, de “homicidio agravado”.Locles no está todavía definitivamente afuera de la causa. Apeló su apartamiento y la Cámara del Crimen deberá resolver el 31 de marzo próximo ese recurso. Pero entretanto, la jueza también apartó a otro perito, en este caso uno de la propia Gendarmería, de apellido Rojas. Se trata, justamente, del perito que sostiene la hipótesis del “rebote” de la bala, la teoría que -como queda dicho- podría favorecer a la hora de un juicio oral a los acusados. En su lugar fue designada una alférez, muy joven y con relativa experiencia en causas tan complejas.Con ellos la jueza ordenó “nuevos puntos de pericia”, pero hasta ahora sólo notificó a uno de los abogados defensores, Oscar Igounet, defensor de Guillermo Uño. Los abogados defensores esperan que la Cámara del Crimen corrija algunas de las decisiones de la jueza López, para encontrar un resquicio por el que empezar a torcer el curso de la investigación.