Los jueces federales porteños suelen tener como característica el oportunismo. Cuando se está por cumplir un aniversario de algún acontecimiento importante suelen producir decisiones judiciales rimbombantes vinculadas con ellos, y así consiguen efímeras menciones en los diarios y los medios audiovisuales.

(Cuarto Intermedio – 25 de abril de 2011)- Veinticuatro horas después de que Mario Vargas Llosa inaugurara la feria del libro, Rodolfo Canicoba Corral dictó un embargo de 2.580.000 pesos contra un presunto “duplicador” de libros. Se trata de Ramón Alberto Saturno, en cuyo poder fueron hallados en noviembre del año pasado unos 100 mil libros truchos, es decir con el mismo contenido que los reales, pero fabricados en una imprenta paralela para venderlos al público en una suerte de mercado negro que abastece a los puestos callejeros en plazas porteñas.Canicoba Corral dispuso el millonario embargo a instancias de la Cámara Federal. Lo curioso es que Saturno ni  siquiera fue indagado en la causa, y en estos momentos no hay ninguna imputación penal seria en su contra, que ponga en riesgo -al menos en lo inmediato- su supuesta actividad comercial.