La Argentina es el imperio del “hecha la ley, hecha la trampa”. Pero en esta oportunidad, los que consiguieron la trampa para eludir la ley tienen una ideología importada.

(Cuarto Intermedio – 23 de mayo de 2011)- Sobre el filo del cierre del plazo para las candidaturas a la jefatura de Gobierno porteño se presentó el partido Alternativa Social, que postula al dirigente Alejandro Biondini. También se oficializó la candidatura de Mario Alberto Puertolas para vicejefe de Gobierno y 30 candidatos titulares y 10 suplentes a legisladores porteños.Sin embargo, Biondini y su partido nostálgico del Tercer Reich perdieron la personería política hace más de dos años. El 17 de marzo de 2009, la Corte Suprema de Justicia rechazó definitivamente la posibilidad de que el Partido Nuevo Triunfo, de Biondini, tenga derechos políticos y pueda presentarse a elecciones. El máximo tribunal confirmó una decisión de la Cámara Nacional Electoral que había negado la personería jurídica a Nuevo Triunfo porque en su plataforma propugna “el drástico desbaratamiento de la red homosexual, drogadicta y corrupta que hoy infecta a la Argentina”.¿Qué hizo Biondini? Fundó un nuevo partido y lo presentó en Capital Federal, donde la organización de las elecciones está a cargo de otros tribunales y la máxima instancia es el Tribunal Superior de Justicia, no la Corte Suprema.La Corte nacional había dicho que “el derecho constitucional argentino contiene la prohibición expresa de utilizar criterios clasificatorios fundados en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. Pero eso era aplicable a Nuevo Triunfo, que preconizaba la ideología nazi en su plataforma. Ahora, Alternativa Social propone lo mismo pero lo disimula en su plataforma. De modo que para prohibirle la participación será necesario un nuevo proceso judicial. Y, entretanto, Biondini aspira a ser candidato.