Roberto Calderini, actualmente sometido a juicio oral y público por haber habilitado en 1997 el predio en el que funcionó hasta fines de 2004 la discoteca Cromañón, continúa trabajando en el Gobierno porteño.
Así lo reconoció él mismo ante el tribunal oral número tres, aunque explicó que realiza “tareas administrativas”.
Calderini, en abril de 1997, rechazó la habilitación del local y cuatro meses después, en junio, en idénticas circunstancias, la aprobó.
Por eso, está acusado por los delitos de “falsedad ideológica de documento público, cohecho y estrago doloso seguido de muerte”, aunque esta última calificación ya fue descartada definitivamente por la Corte Suprema, que dejó firme las condenas contra los músicos de Callejeros, un ex colaborador del difunto Omar Chabán y otros ex funcionarios porteños.
La fiscalía pidió para Calderini la pena de seis años de cárcel, y la querella, encabezada por el padre de uno de los muertos en Cromañón, José Iglesias, reclamó que fuera condenado a nueve años.
Ante el tribunal, integrado por los jueces Gustavo Rofrano, Miguel Ángel Caminos y Gustavo Valle, Calderini fue interrogado sobre sus condiciones personales, y en esa instancia reconoció que sigue trabajando para el Gobierno porteño.
No hay un registro de empleados de la administración de la Ciudad de Buenos Aires que sea de fácil consulta en internet, pero sin embargo figura allí que en julio de 2009 fue asignado a la Dirección General de Habilitaciones y Permisos.