El juez de instrucción Manuel Gorostiaga quedó a cargo de la investigación por una serie de amenazas anónimas sobre la colocación de inexistentes bombas en el colegio Lenguas Vivas, de esta Capital Federal.
Así lo resolvió, momentáneamente, la Sala Primera de la Cámara del Crimen, en el contexto de una prolongada disputa por una “cuestión de competencia” sobre qué juez debe intervenir en la pesquisa.
La causa judicial se inició a raíz de “la denuncia presentada por diversos padres de los alumnos de la Escuela Normal Superior Lenguas Vivas Nº 1 ‘Presidente Roque Sáenz Peña’ sita en Avenida Córdoba 1951 de esta ciudad”.
La denuncia se vincula con “los hechos sucedidos entre el 5 y el 19 de mayo, período en el que sistemáticamente durante el horario de clase, se realizaron llamados anónimos al 911 profiriendo amenazas de bomba contra la mentada institución académica, provocando la evacuación de los alumnos hacia la vía pública”.
Los camaristas Luis María Bunge Campos, Jorge Rimondi y Ricardo Pinto entendieron que en esta etapa de la investigación y hasta tanto se determine cuál es el delito a investigar, debe intervenir el juez Gorostiaga.
Ello no descarta que de la investigación surja que deba intervenir o la Justicia federal, o la penal y contravencional de la Ciudad de Buenos Aires.