Los legisladores felipistas no se incorporarían al Frente para la Victoria, pese al acercamiento de su jefe con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
(Cuarto Intermedio – 26 de septiembre de 2011)- La decisión de Felipe Solá de “blanquear” su alejamiento del espacio del peronismo opositor y su nueva sintonía política afín al oficialismo a través del vinculo cercano que mantiene con Daniel Scioli, reavivó los rumores instalados hace tiempo en los pasillos de la Legislatura provincial sobre el futuro de los diputados del espacio político del ex gobernador.Las versiones que circulan en la Cámara baja señalan que la tropa “felipista” podría incorporarse en el corto plazo al bloque del Frente para la Victoria en sintonía con el acercamiento de su jefe político al oficialismo, y en paralelo a la hipótesis instalada sobre la posibilidad de que un hombre cercano a Solá se sume al gabinete sciolista.Sin embargo, el realineamiento de Solá no contaría, al menos en el corto plazo, con una réplica parlamentaria en la Provincia. Hoy integrados al bloque del Pro Peronismo junto a legisladores que responden a Mauricio Macri y a los del espacio de Eduardo Duhalde, los diputados felipistas no manejan como posibilidad cercana ni formar una bancada propia, ni integrarse a la del oficialismo, que conduce Raúl Pérez.Actualmente, el felipismo cuenta con una pata legislativa integrada por cuatro diputados, que podrían convertirse en tres o dos, tras la renovación del diez de diciembre: Mario Cura, Juan Carlos Píriz, Ismael Passaglia y Marcelo Di Pascuale, que preside la bancada. En el Senado, en tanto, Solá contaba como “propia” a María Esther Barrionuevo, en unibloque, pero el futuro posicionamiento de la hermana del dirigente sindical de los gastronómicos Luis Barrionuevo es una incógnita.Tanto Di Pascuale como Píriz y Passaglia tienen mandato hasta 2013, a diferencia de Cura que finaliza en diciembre de este año. Pero Passaglia competirá por la intendencia de San Nicolás en representación del Frente para la Victoria con buenas chances de lograr un triunfo. En ese caso, sería reemplazado por su suplente, Patricia Rocca, de muy buena sintonía política con el ex ministro de Salud.Originalmente, el felipismo sumó bancas “propias” en la Legislatura provincial en las elecciones de 2009, a través de las listas que compartió en el ya desaparecido acuerdo político que firmaron Solá, Mauricio Macri y Francisco De Narváez.A poco de andar, los diputados del ex gobernador conformaron un bloque propio, que funcionó como tal hasta principios de este año, cuando en una movida que causó un fuerte impacto político, acordaron reintegrarse a la bancada del macrismo, el denarvaísmo y el duhaldismo. Las negociaciones contemplaron que la presidencia del bloque quedaría en manos del felipista Di Pascuale. Descontento, el denarvaísmo no aceptó ceder el puesto del entonces titular de la bancada, Ramiro Gutiérrez, y decidió aislarse en un espacio independiente.Por lo pronto, y contra las especulaciones instaladas en los últimos días a partir de las declaraciones públicas de Solá sobre su acercamiento a Scioli y su decisión de no integrar más el espacio del peronismo opositor, los legisladores provinciales del felipismo seguirán donde están.Así lo afirman fuentes muy cercanas al bloque, que aseguran que Solá no ha dado “ninguna directiva” sobre movimientos en las Cámaras bonaerenses y que por ahora la decisión de la tropa en Diputados es “no migrar”.“Va a imponerse la lógica propia de funcionamiento legislativo más que la que pueda darse a nivel político”, aseguran en el entorno de los diputados felipistas.“Si hay un acuerdo político, los diputados podrán responder a ese acuerdo desde donde están en la actualidad, porque en los hechos el bloque del Pro Peronismo viene acompañando al Ejecutivo en las leyes importantes”, afirman.Para reforzar la hipótesis del “status quo”, los operadores políticos del felipismo subrayan el riesgo que implica sumarse al bloque de diputados del Frente para la Victoria, donde avizoran una fuerte puja entre sectores del kirchnerismo puro y del PJ tradicional por los espacios de poder.