Pasó casi inadvertido en los medios de la “patria futbolera”, siempre tan cercanos al calor del poder de turno en los clubes.               

(Cuarto Intermedio – 14 de octubre de 2011)- Lo cierto es que por un capricho de su flamante presidente cuando apenas llevaba horas de serlo, River Plate incrementó su pasivo en un cuarto de millón de pesos: A poco de asumir como presidente, Daniel Passarella resolvió echar al ex vocero del club Walter Di Nardo, quien según quedó probado en el juicio, se desempeñó en la entidad de Núñez entre 2004 y el 23 de diciembre de 2009, bajo la protección de José María Aguilar. La Sala Cuarta de la Cámara Laboral, con las firmas de los jueces Héctor Guisado y Silvia Pinto Varela,  reconoció que el despido fue injustificado y en consecuencia condenó al club a indemnizar a Di Nardo con 220.785,32 más intereses de los dos últimos años. Di Nardo fue despedido con el argumento de que “durante el escrutinio de los votos de las últimas elecciones, la información que se brindó del resultado de los comicios por intermedio del área de prensa del club fue efectuada escandalosamente ya que dio a conocer una información errónea y mal intencionada, dando por ganadora a la lista que, en realidad, se había ubicado en segundo lugar”.Más allá de lo que hizo Passarella, queda claro que no fue él sino su derrotado contrincante Rodolfo D’Onofrio, quien más encarnaba el proyecto continuista de Aguilar. Di Nardo fue despedido por haber anunciado que había ganado D’Onofrio, cuando en realidad, por seis votos, se había impuesto Passarella.