Impulsan a Ottavis, de La Cámpora, para la presidencia de Diputados y a otros dirigentes “ultra K” para el resto de los espacios de poder.
(Cuarto Intermedio – 14 de noviembre de 2011)- Los grupos del oficialismo que responden directa y exclusivamente a la Casa Rosada empezaron a abandonar la pasividad que venían manteniendo con relación a la puja abierta en la Legislatura bonaerense por los espacios de poder. En las últimas horas, de manera informal pero contundente, “notificaron” que irán por todos esos asientos y los nombres de quienes los ocuparán. Y los sectores del peronismo oficialista representados en las Cámaras, que recibieron el mensaje, ya levantaron la guardia, en un clima de súbita tensión.Las negociaciones en la Cámara de Diputados por los cargos de conducción que ocupará el oficialismo -la presidencia, la vicepresidencia “especial” (cuya firma debe acompañar a la del titular en el manejo de recursos) y la jefatura del bloque- se iniciaron hace semanas, impulsadas centralmente por el actual presidente del cuerpo y de la bancada, Horacio González, que aspira a ser reelegido.González viene hablando el tema con legisladores que tienen dos años más de mandato y con varios de los que ingresarán el 10 de diciembre (en su mayoría, dirigentes con poder territorial propio o bendecidos por intendentes), tanto del bloque propio como de la oposición, ya que las autoridades de la Cámara deben ser votadas por todos los diputados. Dirigente de Ituzaingó y socio político del intendente de ese distrito, Alberto Descalzo, González considera que representa a los jefes comunales de la poderosa -en términos electorales- Primera Sección (norte y oeste del Conurbano).La Gobernación, en tanto, no había ingresado de lleno hasta ahora en las negociaciones. Pero ya había dejado saber que allí evaluaban dar la pelea por la presidencia de la Cámara o por la “vice especial”, en cualquier caso para un “sciolista puro”, el actual ministro de la Producción, Martín Ferré.La Cámpora, el Movimiento Evita y los restantes grupos “K puros” y cristinistas, por su lado, se habían mantenido totalmente al margen de esas negociaciones, en un silencio que había comenzado a llamar la atención. Pero todo cambió bruscamente en las últimas horas.En la reunión que mantuvieron el jueves, Cristina Fernández de Kirchner le transmitió a Daniel Scioli que la Casa Rosada iba a tener fuerte gravitación en la cobertura de los cargos de conducción de Diputados, acotando que los sciolistas iban a ser “tenidos en cuenta”.Y en las últimas horas, ya con el aval expreso de la Presidenta formalizado, los grupos “ultra K” rompieron el silencio y blanquearon sus pretensiones, volcados en un esquema que otros sectores de la Legislatura definieron en tres palabras: “vienen por todo”.Es que la “notificación” que llegó a despachos encumbrados de la Legislatura dice que la presidencia de la Cámara de Diputados será para el sciolista Ferré (electo por la Séptima Sección -centro del interior provincial-); y la “vice especial” para el dirigente de La Cámpora José Ottavis, elegido por la Primera Sección (norte del Conurbano), aunque estaría pendiente una negociación que podría invertir los roles de ambos en esos mismos cargos. La jefatura del bloque, en tanto, sería para Juan de Jesús (Quinta Sección -centro-este de la Provincia-), un dirigente histórico del peronismo bonaerense que ostenta la condición de amigo del futuro vicepresidente de la Nación, Amado Boudou.Para el Senado, que presidirá como lo manda la Constitución el vicegobernador Gabriel Mariotto, el ultrakirchnerismo también blanqueó pretensiones: los mensajes de la víspera dicen que el viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Sergio Berni, que reporta directamente a la Casa Rosada (electo por la Segunda Sección, norte de la Provincia), será el vicepresidente; y Cristina Fioramonti (Tercera Sección, sur del Conurbano), esposa del diputado nacional Carlos Kunkel, la jefa de la bancada.