El pase del jugador de fútbol Diego Buonanotte al fútbol español estuvo rodeado de un escándalo. El futbolista había firmado un contrato en el que renunciaba al 15 por ciento que le correspondía por su pase, y se lo cedía a River, ante su acuciante situación económica.
(Cuarto Intermedio – 16 de noviembre de 2011)- Sin embargo, cuando se realizó el pase, River le pagó ese porcentaje, y Buonanotte, ni bien lo recibió, se lo entregó a alguien (no a River), como una suerte de retorno.El presidente de River, Daniel Passarella, fue denunciado por la presunta defraudación que significaba la primera parte de la historia. El juez de instrucción Luis Zelaya tenía decidido llamarlo a indagatoria para que brindara explicaciones, pero durante unos días de licencia que tomó, un juez subrogante resolvió parar la causa. Cuando Zelaya volvió, su reemplazante interino le advirtió que podría estar siendo objeto de “forum Shopping”, es decir una maniobra para elegir al juez y manipular la causa.Zelaya revisó en el sistema de asignación de causas y descubrió que el vicepresidente de River, Diego Turnes, estaba imputado en otro expediente que poco tenía que ver con Buonanotte. Pero prefirió exagerar la cautela y le envió el expediente al juez que tenía aquella otra causa, Eduardo Daffis Niklisson, quien en lugar de decirle que no había conexidad y que se trataba de dos hechos diferentes, se quedó con el expediente y en dos semanas dictó el sobreseimiento de Passarella.Tanto en el Palacio de Tribunales cuanto en Comodoro Py, no son pocos los que sostienen que Daffis Niklisson debió haberse excusado de intervenir en la causa por “amistad manifiesta” con Passarella.