Pocas personas saben quien fue Bogdan Chmielnicki. Hay otras maneras de escribir su nombre (Khmelnitski, o Khmel’nyts’kyi por ejemplo), pero no es esa la razón por la que resulta desconocido para muchos. La razón es sencilla, y tiene un nombre concreto: negacionismo. Y es peligroso.
(Cuarto Intermedio – 23 de noviembre de 2011)- El día 6 de noviembre el portal Miradas porteñas publicó una noticia desconcertante. Titulada “Derecho elimina Sociología del Holocausto”, llamó la atención acerca de una decisión cuyos motivos son difíciles de explicar; más aún considerando el prestigio que tiene la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. La nota completa, que informa que ciertos docentes tomaron la decisión de dejar de ofrecer cursos sobre el genocidio más grande de la historia de la humanidad (en una facultad adonde se lo solía estudiar), puede leerse aquí (http://bit.ly/thez1h), y sus primeros párrafos dicen lo siguiente:“Las flamantes autoridades del Departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, rechazaron la continuidad de la enseñanza sobre el Holocausto y el Genocidio.Según el docente a cargo, Fernando Susini, la directora del Departamento, Lucila Larrandart, rechazó los dos cursos del Ciclo Profesional Orientado (C.P.O.) llamadas “Sociología del Holocausto” y “Criminología del Genocidio. Del Holocausto a la dictadura militar argentina (1976/1983)”, cuyo objetivo es el estudio del Holocausto, el Genocidio y el Terrorismo de Estado.La decisión se dio a conocer durante ésta semana, cuando de manera informal el mismo Departamento le anunció al grupo de docentes e investigadores responsables de las asignaturas, que se abandonaba el curso sobre la Shoáh, el cual se dicta desde hace cuatro años en forma ininterrumpida y con gran aceptación por parte de los estudiantes.A su vez, la medida parece querer extenderse ya que las nuevas autoridades también rechazaron una nueva propuesta para enseñar el delito de Genocidio y los crímenes cometidos por la última dictadura militar, desde el marco teórico de la Criminología y el Derecho Penal.El argumento de la directora Larrandart por el cual resolvió tomar la medida fue “porque sus contenidos resultan ajenos a la línea establecida por las nuevas autoridades del departamento”.Los profesores encargados de la materias están indignados con la medida y además explicaron que es incoherente con los avances registrados en los últimos años y con las repercusiones que tuvo la temática ya que la Universidad de Palermo ha incorporado también la temática de la Shoáh a la currícula de posgrado.”El negacionismo no es otra cosa que modificar el registro histórico, adrede, de manera de distorsionar ciertos hechos con el objetivo de que aparenten más o menos favorables. Y en lo que al Holocausto se refiere, el negacionismo ocurre motivado por el antisemitismo (existente desde la misma génesis del judaísmo), o por la voluntad de defender al régimen nazi o a la Francia de Vichy. El hecho de que se decida abolir un ciclo educativo que trate y analice el Holocausto desde varios puntos de vista en un ámbito de estudio tan relevante como la Facultad de Derecho de la UBA, cuya misión, entre otras, es formar y educar personas en los diversos campos del derecho, resulta grave y peligroso. Considerando que vivimos en un país democrático, republicano y plural, con sendos avances en el campo de derechos humanos, esta decisión parece tener motivaciones discriminatorias. Basta recordar el informe recientemente publicado por la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y la Anti Defamation League de EE.UU. para preguntarnos por qué es que se decide no continuar con el aprendizaje de un tema tan trascendente como el genocidio judío durante la Segunda Guerra Mundial (dicho informe ofrece preocupantes datos sobre la discriminación en nuestro país; más información aquí http://bit.ly/p1JTjq).El negacionismo y la ignorancia son los peores fantasmas de la discriminación y la xenofobia. Permiten, precisamente, que puedan consumarse matanzas indiscriminadas. Eso es justamente lo que hizo que hoy pocos sepan que Bogdan Chmielnicki, casi 300 años antes que Hitler, haya sido uno de los principales instigadores de las masacres a los judíos por parte de los cosacos en 1648 y 1649. Acciones que terminaron en la muerte de entre 100,000 y 200,000 judíos (dependiendo de la fuente), y más de 300 comunidades en territorio polaco o ucraniano.