Pasó prácticamente inadvertido un peligrosísimo fallo que avaló la usura legal en la Argentina y virtualmente blanqueó la actividad de quienes prestan dinero en efectivo con pocos requisitos y menos preguntas, pero a una tasa de interés altísima.
(Cuarto Intermedio – 11 de enero de 2012)- En este caso, uno de esos prestamistas, titular del “Centro Financiero Nax”, ofrecía esos mutuos porque su marido padecía cáncer y precisaba efectivo para afrontar “los elevados costos de los medicamentos y prácticas que debían aplicársele”.Según constancias de la causa, la denunciante (una mujer oriunda de Córdoba que se mudó en 2009 a Buenos Aires cuando su marido contrajo cáncer) obtuvo 30 mil pesos en efectivo y a cambio entregó cheques personales por 81.180. La tasa de interés osciló entre el 51,6 y el 57,15 mensual. Pese a que el Código Penal establece que la usura es aprovecharse de “la necesidad, la ligereza o la inexperiencia de una persona le hiciere dar o prometer, en cualquier forma, para sí o para otro, intereses u otras ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas con su prestación”, para los jueces Gustavo Bruzzone y María Laura Garrigós de Rébori “fue la propia denunciante quien voluntariamente se acercó a las oficinas del imputado para obtener dinero en forma inmediata”.En disidencia, el camarista Rodolfo Pociello Argerich consideró que el prestamista debía ser procesado pues “la oferta en medios gráficos de préstamos dinerarios y el subsiguiente aprovechamiento -con conocimiento y a conciencia- de la necesidad, ligereza o inexperiencia de la solicitante para obtener de ella una contraprestación o una promesa evidentemente desproporcionadas, satisfacen la tipicidad del actuar”.