Repartirían espacios en «las barras» para ambos sectores. El vicegobernador estará a cargo de las invitaciones y el operativo.
La organización de la tradicional Asamblea en la que el gobernador pronuncia el mensaje de apertura de un nuevo período de sesiones de la Legislatura tiene esta vez un capítulo central: la seguridad. Un concepto amplio que implica, entre otras cosas, tomar previsiones para que en las barras que haya militantes de La Cámpora y otros grupos “K”, por un lado, y del sciolismo, por otro, haya un clima de “sana convivencia”, sin controles policiales dentro del Palacio.
El acto -previsto para pasado mañana a las 18- está siendo organizado, como siempre, por el área de Ceremonial y Protocolo del Senado, pero en esta ocasión, según señalan varias fuentes, con la supervisión estricta del presidente del cuerpo, el vicegobernador Gabriel Mariotto.
Tanto cuidado tiene que ver con el incidente que se produjo el 12 de diciembre pasado en una ceremonia similar -también era, formalmente, un acto a cargo del Senado-, la de juramento y asunción de Daniel Scioli en un nuevo mandato como gobernador.
Aquel día, los palcos -aparte de unos pocos ocupados por invitados especiales y de un grupo de manifestantes vinculados al presidente de la Cámara de Diputados, Horacio González- habían sido copados por militantes que entonaban consignas en favor de Scioli. Y en ese contexto, al promediar el mensaje del Gobernador, llegaron unos 50 militantes de La Cámpora, a los que un grupo de Infantería apostado en el interior de la Legislatura les cortó el paso a los palcos, ya colmados, del tercer piso.
El episodio incluyó una refriega entre militantes y policías que concluyó con dos jóvenes de La Cámpora heridos y que generó fuertes derivaciones políticas e institucionales aún no saldadas. Mientras la Justicia iniciaba una investigación de oficio, el Ejecutivo relevó de sus funciones e inició un sumario a seis agentes de Infantería que participaron de la represión y, unas semanas después, suspendió en el cargo e incluyó en ese sumario al integrante de la cúpula policial responsable del área de “Custodia de Objetivos Fijos”, comisario Sergio Ochoa.
En el Senado, renunciaron los dos funcionarios civiles del área de Seguridad del Palacio, Alfredo Santa Ana y Facundo Faccio, y Mariotto dispuso que la Policía no participe más de la custodia de la Cámara, una medida imitada horas después por el titular de Diputados, González.
Las investigaciones en la Justicia y en Asuntos Internos aún están abiertas y sin resoluciones de importancia. Pero el episodio abrió además una dura controversia política entre Scioli y su vice, en la que Mariotto viene reclamando que se defina “la responsabilidad política” de la represión a los militantes, un planteo que apunta a que, como se sabe, la Policía depende del ministerio de Seguridad de la Provincia.
Con este antecedente, Mariotto supervisa las invitaciones para la Asamblea de pasado mañana, sin las cuales no se podrá ingresar al recinto, y hay contactos informales para “repartir” los palcos destinados a las barras entre militantes “K” y los de grupos que adhieren al Gobernador.
Desde el sciolismo, por lo pronto, ya se envió al Senado una lista de adherentes con pedido de que se les cursen invitaciones, mientras La Cámpora organiza una movilización “moderada”, según fuentes cercanas a la agrupación.
Una decisión está tomada: no habrá vigilancia policial en el Palacio.