Según el relevamiento publicado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), dos componentes que incidieron en este desenlace mensual fueron, por un lado, la buena temporada turística local que incrementó el gasto en servicios; y por el otro, la mayor cantidad de familias que este año eligieron veranear en el exterior, frente a los precios más convenientes de otros destinos.
También el incremento en los patentamientos de autos que fue récord en enero, y la mayor demanda de viviendas, les restaron liquidez a las familias para destinar a consumo corriente. “Si bien son todos agentes positivos para la economía, salvo la fuga de turistas, afectaron al consumo minorista”, analizaron desde la entidad.
Asimismo, advirtieron que durante enero el 45,1 por ciento de los comercios consultados tuvieron caídas interanuales en sus ventas, mientras que el 39,9 por ciento registró aumentos, y el 15 por ciento restante se mantuvo sin cambios.
A su vez, de los 19 rubros relevados, 14 disminuyeron, 4 crecieron y 1 continuó sin cambios (electrodomésticos y artículos electrónicos); y los ramos en alza fueron “Juguetería y Librerías”, “Materiales para la construcción”, “Farmacias y Neumáticos”.
“El comienzo del año tuvo un mes irregular para los comercios que sintieron la fuga de turistas al exterior y la mayor demanda de autos y viviendas. Eso resintió el consumo corriente”, expresó el titular de CAME, Fabián Tarrío.
Por otra parte, el informe señaló que los negocios cercanos a las fronteras con Paraguay siguieron muy afectados por el declive de ventas dado que muchas familias cruzaron a comprar, especialmente, indumentaria, calzados, lencería y electrónicos (no así con Chile, donde los precios a enero presentaban más similitudes con los argentinos).
Sin embargo, en las ciudades turísticas hubo buenos volúmenes de ventas y el mes terminó con un resultado moderado. Incluso -agregaron- hubo comercios que se quedaron sin stocks porque los niveles de expendio fueron más fluidos de lo esperado.
“Los locales lanzaron muchas ofertas y descuentos para atraer público y resultaron buenas estrategias en algunos casos. Pero no todos tuvieron resto financiero para sostener el ritmo de los descuentos”, concluyeron.