Tensa espera

El bloque oficialista del senado se rehúsa a pensar en un traumático 2010 y su jefe comenzó a moverse para tratar de  ahuyentar la amenaza que circula... Por Cuarto Intermedio

El bloque oficialista del senado se rehúsa a pensar en un traumático 2010 y su jefe comenzó a moverse para tratar de  ahuyentar la amenaza que circula en la cámara Baja y que ahora se hizo extensiva hacia la Alta: ¿peligra el quórum propio?   

 (Cuarto Intermedio  – 24 de junio de 2009)- Las versiones acerca de la pérdida del quórum propio que actualmente circulan en el entorno de la cámara Baja luego de las elecciones legislativas, alimentadas además por los resultados arrojados en estos últimos días por parte de encuestadoras afines y ajenas al gobierno nacional, ahora parecerían sonar amenazantes también en el mismísimo seno del oficialismo del senado.

Sumado a las deserciones ya conocidas de los senadores Reutemann, Latorre, Escudero, Romero y del radical K Pablo Verani, entre otros, ahora los principales referentes del kirchnerismo de la cámara Alta comenzaron a especular con los resultados que arrojen los comicios legislativos del 28 para saber con quienes podrán contar para la próxima composición del hemiciclo en el senado.

Según las cuentas ensayadas por el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto y del presidente provisional, José Pampuro, estarían próximos a conseguir la tan ansiada mitad más uno necesaria para poder darle despacho a los proyectos enviados desde el Ejecutivo. Es decir, que sumando la tropa propia y algún aliado por fuera de las siglas del FPV, el número 37 podría estar más cerca de lo real que de lo utópico.

En principio y como acción fundamental, Pichetto procurará evitar cualquier otro tipo de fisuras dentro del bloque, porque más allá de lo que ocurra luego de diciembre, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner precisará sacar algunas leyes que le aseguren la gobernabilidad de su gestión para antes de fin de año.

No obstante, a partir del 29 y los días subsiguientes, también  se comenzará una suerte de lobby parlamentario para ahuyentar con antelación futuros votos “no positivos” de los flamantes senadores que tomen juramento en el ocaso del 2009.