Nació para oponerse al creciente poder del vicegobernador Gabriel Mariotto y ahora busca sumar diputados. Analizan lanzamiento de “La Balestrini”.
Las resistencias que genera en sectores del oficialismo el creciente poder de los referentes del kirchnerismo puro en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires encabezados por el vicegobernador Gabriel Mariotto, volvió a quedar expuesto en los últimos días en una cena que agrupó a senadores y diputados bonaerenses del Frente para la Victoria convocada para consolidar el “frente crítico” dentro de los bloques.
No obstante, la suma de integrantes se combinó con pedidos de “moderación” de los “sciolistas puros”.
El encuentro, al que se sumó el jefe de Gabinete provincial Alberto Pérez, fue organizado por los referentes del grupo de senadores críticos que buscan ahora sumar tropa dentro del bloque oficialista de la Cámara de Diputados. Según trascendió, hubo abiertas críticas hacia la figura de Mariotto y de la presidenta de la bancada del FpV en la Cámara alta, Cristina Fioramonti de Kunkel, “por la forma en que ejercen” sus respectivas conducciones.
Del encuentro participaron los siete senadores que integran la línea interna que fue tomando forma en las últimas semanas, al calor de las tensiones instaladas en el bloque oficialista, donde conviven referentes del peronismo bonaerense, otros que responden a liderazgos territoriales y representantes del sciolismo. El grupo tiene en sus filas al ex ministro de Desarrollo Social Baldomero “Cacho” Alvarez; a Osvaldo Goicoechea, ex presidente del bloque que fue desplazado por Fioramonti; los sciolistas Alberto De Fazio y Nora de Lucía; Marcelo Carignani (cercano políticamente al diputado nacional Díaz Bancalari); María Ehcosor, esposa del intendente de Hurlingham, Luis Acuña; y Ricardo Bozzani.
Con el objetivo de engrosar filas, los senadores “rebeldes” cursaron invitación a los cuatro diputados del oficialismo que responden al gobernador Daniel Scioli: Guido Lorenzino, Martín Cosentino, Rodolfo Iriart y Alicia March, esposa de Isidoro Laso.
En los pasillos legislativos, el grupo fue bautizado como “La Balestrini”, en referencia al ex vicegobernador, una denominación que marca la identidad del espacio y que tal vez aluda a la pertenencia genética del hombre de La Matanza al peronismo histórico bonaerense. Con todo, en la cena del martes pasado se analizó cambiar el nombre del espacio hacia uno “más integrador”, para lo que algunos propusieron “La Perón” o “La Juan Domingo”.
Aunque por ahora nadie habla de rupturas, el encuentro blanqueó el “fuerte malestar” instalado en un sector del oficialismo hacia la figura de Mariotto. “No podemos dejar que nos tiren a la basura y quedarnos callados”, disparó uno de los senadores más críticos. También hubo críticas a algunas de las acciones del vicegobernador, como la de motorizar foros de debate sobre proyectos de ley de seguridad o la creación dentro del Senado de una comisión investigadora por el crimen de Candela Rodríguez.
Sin embargo, las voces críticas no encontraron eco en todos los comensales. Según trascendió, algunos de los referentes del sciolismo buscaron bajar el tono y pidió apostar por el trabajo conjunto con la nueva conducción de las Cámaras. “Fui a una cena porque me invitaron. Pero no participo de ningún espacio interno que no sea el Frente para la Victoria”, dio Lorenzino.
Ese mensaje fue, también, el que transmitió Alberto Pérez, quien se sumó a la mesa a la hora de los postres. “Tenemos que trabajar juntos”, fue la frase que dejó el jefe de Gabinete bonaerense.
Con todo, los principales referentes del sector interno parecen decididos a avanzar en la consolidación del grupo. Fuera de micrófono, aseguran que en las próximas semanas se sumarán más legisladores. Y analizan la posibilidad de organizar un “lanzamiento” para presentarse en sociedad.