Tras el aumento en la tarifa del transporte público que comenzó a regir el pasado fin de semana, el Defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, expresó su disconformidad con la medida al decir que no se tienen en cuenta los problemas de la población dado que se vuelve a castigar el bolsillo de los trabajadores, que ya tampoco pueden pagar los servicios básicos como el agua, la luz y el gas.
“El bolsillo de la gente no soporta más la ineficiencia de las políticas públicas que se vienen aplicando y que, salvo la mirada de unos pocos, no encuentra correlato con la realidad de las familias”, manifestó el ombudsman bonaerense.
En ese sentido, cuestionó que la suba no se refleja en un mejor servicio, con más frecuencias y más comodidades para los usuarios, sino que sólo se trata de una imposición para que los ciudadanos tengan que pagar más por un servicio que sigue siendo en muchos casos deficitario.
En otro orden, Lorenzino reiteró su oposición al traspaso de servicios de transporte al ámbito provincial “sin los debidos recursos que le den sustentabilidad al sistema”.