El primer año de gestión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, termina. Pronto aparecerán los resultados e informes de gestión y estadísticos que marquen los pro y los contras de las medidas adoptadas y ejecutadas por las autoridades; y aparecen los grandes desafíos a afrontar en el próximo año en materia ambiental. 

  Nuevamente, se ubica dentro de los primeros lugares en la agenda pública 2009 el tema de la contaminación de la Cuenca Hídrica Matanza Riachuelo, ahora ya con acciones y plazos judiciales, ordenados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (a tenor del fallo Mendoza, Beatriz y otros, del 08/07/08).A esto se suman los controles y relevamiento industrial (mapeo) en actual elaboración; la instalación de equipos de medición de calidad de aire en distintos puntos de la Ciudad y los monitoreos del ruido: la recopilación y ordenamiento de la normativa relativa a cuestiones ambientales; todas éstas iniciativas que se están llevando desde la Agencia de Protección Ambiental (APRA), presidida por la Ing. Graciela Gerola.Otro de los grandes desafíos que deberá afrontar la Ciudad es lograr el consenso definitivo para la aprobación del Plan Urbano Ambiental y su coordinación con el Código de Edificación. Creo que aquí, las fuerzas políticas deberán aunarse para que de una vez por todas los vecinos y vecinas de la Ciudad de Buenos Aires cuenten con normas eficaces que hagan al modelo de metropolis que queremos.Y ello, por lo demás, en mi criterio, traerá aparejado la realización de un estudio integral del ordenamiento territorial de la ciudad y su uso sustentable, la implementación de EIAE (Estudios de Impacto Ambiental Estratégicos) en proyectos, planes y obras desde la etapa de coordinación y construcción de la política pública a tratar y no una vez aprobado de modo definitivo. Pero sin lugar a dudas, el tema de la recolección, tratamiento y disposición final de residuos (basura) será el eje central en la discusión de las políticas públicas ambientales a llevarse a cabo durante el 2009. Por un lado, indefectiblemente se deberá arribar a un consenso con las autoridades de la provincia de Buenos Aires para poder implementar una seria política estratégica ya que este conflicto es uno de los mayores obstáculos que hoy acarrea la Ciudad.; y amerita urgentes respuestas y soluciones concretas.Dada la vasta gama de cometidos que se presentarán en la Agenda 2009, considero necesario profundizar a través de ágiles herramientas de participación ciudadana y el diálogo directo entre los funcionarios y los ciudadanos y organizaciones no gubernamentales ambientalistas, en pos de lograr consensos en la toma de las decisiones y en la definición de la propia agenda urbana ambiental.Dejamos como pendiente la discusión de la necesidad (o no) de creación de tribunales ambientales, que seguramente estará en los debates académicos en el 2009.