Francisco Díaz, una de las víctimas de las presuntas severidades y torturas del ex jefe de la Brigada de Investigaciones de Rosario de la Frontera, contó al diario El Tribuno su versión de los hechos.
Díaz dijo que fue detenido por la noche sobre avenida Palau (en Rosario de la Frontera) por cinco civiles, entre ellos Orozco, junto a su hijo menor de edad, al que enviaron a la comisaría y se quedaron a solas con él.
Entonces -de acuerdo con su relato- lo esposaron y le pusieron encima tres gomas de tractor «para que se ablande», y luego lo golpearon. Posteriormente, lo llevaron a la sede de la Brigada de Investigaciones, donde lo habrían torturado para que se haga cargo de la tenencia de una pistola vinculada a otro caso. Ante la negativa, Díaz fue sometido nuevamente a torturas.
Díaz fue trasladado como detenido a Metán, donde el juez que lo vio ordenó una revisión médica, que determinó los vejámenes sufridos. Aún así permaneció meses privado de su libertad, hasta ser absuelto.