La empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) sufrió un nuevo revés en la justicia, y nuevamente por su falta de mantenimiento adecuado del servicio que tenía concesionado hasta que después de la tragedia de Once fue intervenida por el gobierno nacional.
En esta oportunidad, fue condenada a resarcir a un vecino de la localidad bonaerense de Florida por los daños que las vibraciones originadas en el mal estado de los durmientes generaron en su casa.
La Sala K de la Cámara Civil, dispuso que TBA deberá indemnizar a Francisco Valentini por los daños que sufrió su casa, situada en la calle Güemes al 2.700, a partir de noviembre de 2008: “grietas y/o fisuras y/o rajaduras en las paredes, los techos y los pisos de la morada, ocasionados por las ondas vibratorias que genera el paso de los trenes sobre las vías contiguas a su vivienda”.
Los jueces Lidia Hernández y Oscar Ameal valoraron una pericia de ingeniería civil que “constató que las paredes de la vivienda del actor están sometidas a fatiga de sus materiales originada por los golpes de las ruedas de los trenes contra las vías, motivando una amplitud de onda inadmisible que rompe en aquéllos dando origen a las grietas”.
¿Por qué tamañas vibraciones? Responde la pericia: “los durmientes de madera de las vías están rotos, por lo que no distribuyen correctamente las cargas. Cuando las ruedas del tren se corren sobre la misma saltan en dicho punto ocasionando el choque de las ruedas del tren contra las vías, lo que genera sonidos y vibraciones periódicas que traen aparejada la resonancia y fatiga de los materiales de la casa”.