A pedido de la querella que representa la agrupación de familiares y víctimas del ataque Memoria Activa, que cuestionó su “imparcialidad”, Bruglia se excusó de seguir interviniendo, pero aclaró que no había ninguna razón que afectara su ecuanimidad.
Sin embargo, Llorens hizo hincapié en el temor de parcialidad de Memoria Activa y en la resolución en la que aceptó la excusación subrayó esa situación.
Memoria Activa advirtió que Bruglia “se presentó en la sala de audiencias del juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA y demostró su apoyo a los condenados ex fiscales de la causa, Eamon Mullen y José Barbaccia, el día de su alegato final, el 30 de agosto de 2018”.
“Bruglia concurrió ese día a dar muestras de solidaridad a los ex fiscales materializadas en aplausos en clara señal de aprobación y compromiso con los argumentos esgrimidos a favor de los imputados y en detrimento de las querellas”, advirtió Memoria Activa.
“Al finalizar la audiencia, se vio claramente cómo Bruglia ingresó específicamente desde el sector del público al sector de la sala en donde se ubicaban las partes, para saludar y abrazar muy efusivamente al condenado Eamon Mullen, quien se encontraba visiblemente emocionado frente a las muestras de afecto de sus ex colegas”, recordó.
“No es la idoneidad ni la honestidad del juez lo que se pone en cuestionamiento”, aclaró no obstante la agrupación de familiares de las víctimas.