El juez federal Daniel Rafecas volvió, como dice Joan Manuel Serrat, a “jugar el juego que mejor juega y que más le gusta”.
Tras haber sido apartado de la “Causa Ciccone”, el magistrado retomó su tarea en causas por violaciones a los derechos humanos de la última dictadura militar y procesó a dos ex altos jefes policiales por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención y torturas denominado Automotores Orletti.
Se trata del ex Comisario Inspector Rolando Oscar Nerone y el ex Subcomisario Oscar Roberto Gutiérrez, quienes -según la acusación- en septiembre de 1976 “llevaron a cabo un operativo ilegal en la localidad de San Martín, en el cual se detuvo a Victoria Lucía Grisonas y se dio muerte a Mario Roger Julien, pareja de la nombrada” durante un operativo “en el que se hallaban presentes los dos hijos de la pareja, Anatole Boris, de cuatro años y Victoria Eva, de dos”.
Lucía y las dos criaturas fueron llevadas a Orletti. Luego, los dos niños resultaron trasladados a Uruguay y Chile, donde fueron adoptados por una familia de Valparaíso.
Por “Orletti” ya fueron condenados Eduardo Ruffo, ex Agente Civil de Inteligencia de la SIDE; Raúl Guglielminetti, ex agente civil de inteligencia del Batallón 601 del Ejército; Honorio Carlos Martínez Ruiz, ex agente de la SIDE, y el ex general Eduardo Cabanillas.