El Consejo de la Magistratura no tiene paz. Tras el escándalo del fiscal que tenía por anticipado los exámenes que le iban a tomar en un concurso para convertirse en juez federal, la Comisión de Selección descubrió un nuevo caso sospechoso.
(Cuarto Intermedio – 14 de septiembre de 2009) – Se trata de otro aspirante a juez federal que, tras someterse a un examen, se puso en contacto con un integrante del jurado para hacerle saber cómo había resuelto el temario.
Las fuentes son herméticas hasta el momento. Pero esta publicación pudo saber que la irregularidad habría tenido lugar en el concurso 230, para cubrir una vacante en el Tribunal Oral Federal de Corrientes. El consejero académico Mariano Candioti habría informado a sus pares que luego de la prueba de oposición que se realizó el 12 de mayo pasado, un candidato le envió un mail a un jurado con la excusa de una consulta técnica, pero en realidad le indicó cómo había resuelto el caso que le habían presentado en el examen. De esa manera, se identificó ante un jurado, lo que está expresamente prohibido ya que los exámenes son anónimos y los jurados no saben a quién corrigen, para evitar parcialidades.
Una curiosidad: dos de los cuatro jurados del concurso son los mismos que intervinieron en el examen que se descubrió que el secretario de fiscalía Hernán Alberto Tuppo tenía en su poder antes de la prueba. Se trata de juez Daniel Morín y del docente de la UBA Ignacio Tedesco.