El episodio no causó muertes pero sí la intoxicación de 44 personas, entre ellas 13 recién nacidos que estaban en el sector de neonatología.
El expediente no explica si alguno de esos 13 bebés sufrieron con el tiempo trastornos respiratorios derivados de aquella intoxicación.
El hecho ocurrió por la falta de mantenimiento de los respiraderos de dos termotanques que tenían mal instalados sus sistemas de ventilación, a punto tal que allí se había formado un nido de palomas que impedía el flujo de aire.
“Se comprobó que ello se produjo porque dos termotanques poseían sus sistemas de ventilación instalados de manera antirreglamentaria -sus conductos presentaban curvas y uno de ellos un “sombrerete” en forma de H- lo que facilitó la formación de un nido de pájaros que obstruyó la evacuación de gases”, explica el fallo.
La Cámara responsabilizó por la prescripción por el paso del tiempo al fiscal de la causa: “la mayoría de los elementos de cargo fueron incorporados al inicio del expediente (declaraciones de testigos, informes médicos, peritajes, legajos de la empresa y personales, etcétera), lo que demuestra dilaciones indebidas que excedieron lo razonable, máxime cuando no se evidencia complejidad que justifique la demora”.
El fallo que declaró la prescripción de la causa fue firmado por los camaristas Magdalena Laíño y Marcelo Lucini.