El Consejo de la Magistratura apercibió a la jueza de instrucción porteña María Gabriela Lanz a raíz de las “demoras reiteradas” en la tramitación de causas a su cargo.    

(Cuarto Intermedio  – 7 de octubre de 2009)- En especial, se trata de tres en las que se incumplió con los plazos establecidos en la ley para resolver la situación de los imputados y en notificar esas resoluciones.

No se trató, por cierto, de demoras razonables: en algunos casos fueron dos años. Ello, según el Consejo, implicó “incumplimiento reiterado de las normas procesales y reglamentarias y falta o negligencia en el cumplimiento de sus deberes”.

“Son los magistrados los directores del proceso y como titulares de la jurisdicción deben controlar la labor de sus dependientes, toda vez que los justiciables deben obtener decisiones por parte del sistema judicial en un tiempo razonable”.

El “apercibimiento” es una de las sanciones más leves que aplica el Consejo a los jueces cuya actuación debe evaluar.