De acuerdo a lo especificado por el Ministerio de Salud de la Nación, en total se contabilizaron en el año 2020 4.505 muertes infantiles, lo que representa una reducción del 22% respecto al 2019. De esos fallecimientos, 3.303 fueron neonatales (primer mes de vida) y 1.202 fueron posneonatales (desde el primer mes hasta el año de vida), con descensos del 15 y 35%, respectivamente.
La mayoría de las causas de mortalidad infantil -añadieron- evidenciaron una disminución, encabezada principalmente por los decesos provocados por enfermedades del sistema respiratorio, que se redujeron un 64% (de 375 defunciones en 2019 pasaron a 136 en 2020); mientras que las muertes por causas externas mostraron una baja del 39% (de 137 a 84 fallecimientos). A la vez, también se produjo un descenso en la mortalidad por malformaciones congénitas, donde se destacan las del sistema nervioso con una reducción del 37%.
Por otra parte, desde la cartera que conduce Carla Vizzotti indicaron que se registraron 30 fallecimientos infantiles provocados por COVID-19; y que las enfermedades que registraron un aumento en el número de muertes en relación al año pasado fueron la dificultad respiratoria del recién nacido, que creció de 318 a 378 defunciones; y los trastornos hemorrágicos y hematológicos, que de 111 decesos registrados en 2019 pasaron a 136 en 2020.
“La tasa de mortalidad infantil continuó descendiendo en un año pandémico, siguiendo con la tendencia a la baja que se registra desde hace varios años. La causa es multifactorial y se explica en parte por el impacto de los múltiples planes y programas destinados a mejorar la salud de los chicos menores de un año, como el Plan 1000 días que tiene como objetivo la atención y cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia”, expresó la directora Nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte.