Julio César Corvalán de la Colina dejó de ser juez el pasado 2 de febrero. Presentó su renuncia para jubilarse y terminar así con una carrera signada por la “vida judicial” y ajetreada por causas resonantes.

  (Cuarto Intermedio  – 11 de febrero de 2009) – Entre los numerosos casos en los que tuvo intervención, se destacan una investigación contra el ex presidente de Newell’s Old Boys Eduardo López, otra contra policías que regenteaban desarmaderos de autos, amenazas anóminas contra militantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos y la muerte de la rockera Gabriela Epumer, entre otras.Pero si por un expediente tenebroso se lo recordará en tribunales será por el caso de las “Hermanas Vázquez”, Silvina y Gabriela, quienes en marzo de 2000 cometieron una carnicería contra su propio padre, Juan Carlos, a quien acuchillaron hasta matarlo en una casona de Manuela Pedraza al 5.800. Aquel episodio, supuestamente de rituales satánicos, terminó impune, pues las dos jóvenes fueron consideradas inimputables, pasaron un tiempo en la unidad penal que funciona en el hospital Braulio Moyano, y finalmente recuperaron la libertad.