Como ya se hizo habitual y seguramente lo será así durante los próximos días hasta tanto la justicia o el parlamento se pronuncien, las declaraciones cruzadas entre el Presidente del Banco Central e integrantes del oficialismo están a la orden del día. Hoy: Redrado vs. Rossi.
(Cuarto Intermedio – 14 de enero de 2010)- El titular del bloque oficialista del Frente para la Victoria en la Cámara Baja, Agustín Rossi, aseguró que Martín Redrado está actuando con terquedad y que con el correr de los días está generando el efecto contrario al que supuestamente pretendía. “La única manera de terminar con la incertidumbre económica es que se vaya del Banco Central y que el gobierno tome el control de las reservas para el fondo del Bicentenario. Su presencia allí es perturbadora para la economía”, consideró.
Luego de celebrarse la reunión de la comisión bicameral de ayer donde (como anticipáramos la semana pasada) el resultado fue el de un dictamen a favor y otro en contra, el legislador santafesino afirmó que el presidente del BCRA ya solo no cuenta con el apoyo de la Presidenta Cristina Fernández y el de sus ministros, sino que también perdió el parlamentario y hasta incluso el de la oposición.
No obstante y en contraposición a los dichos del diputado oficialista, Redrado confía en que la autonomía del Banco Central será clave para revertir el fallo del juez federal norteamericano Thomas Griesa y volvió a mantener su postura de proteger tanto las reservas como la autonomía de la entidad que sigue presidiendo gracias al fallo de la jueza María José Sarmiento. “Esto no es una cuestión personal. Hay que proteger las instituciones y las reservas del país”, manifestó al salir de su casa hoy por la mañana.
Mientras se esperan novedades que puedan venir del país del norte respecto al embargo que pesa sobre una de las cuentas que el BCRA tiene abierta allí, habrá que ver cuales serán los argumentos para seguir manteniendo caliente el inusitado combate entre la Casa Rosada y el Central. Por el lado judicial y legislativo, no se vislumbra una solución a corto plazo o, por lo menos, intenciones de poner paños fríos al asunto.