La elección 2009 será más provincial que nacional

Al finalizar el mes de febrero, las fisuras dentro de la coalición kirchnerista se están precipitando. A fines de enero, el oficialismo sufrió una escisión... Por Cuarto Intermedio

Al finalizar el mes de febrero, las fisuras dentro de la coalición kirchnerista se están precipitando. A fines de enero, el oficialismo sufrió una escisión por izquierda, al abandonar el diputado nacional Miguel Bonasso el bloque del FPV y romper con el gobierno movimientos piqueteros como Libres del Sur. Por Rosendo FragaDirector del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

 

(Cuarto Intermedio  – 24 de febrero de 2009) – Después, dos ex gobernadores K,- Brizuela del Moral de Catamarca y Colombí de Corrientes-, que realizan elecciones anticipadas, pasaron a apoyar al Vicepresidente. Hace dos semanas, el peronismo disidente en la decisiva provincia de Buenos Aires, formalizó su escisión, al constituirse la alianza Macri-Narváez-Solá. La semana pasada la renuncia de los dos senadores justicialistas de Santa Fe (Reutemann y Latorre) al bloque oficialista, generó un hecho de repercusión política nacional. Siguió la renuncia de los dos senadores justicialistas de Salta (Romero y Escudero). El mismo día, se alejó del oficialismo un senador radical K de Río Negro (Verani). Varios diputados, siguiendo a Reutemann abandonar el bloque oficialista en la Cámara Baja. La posibilidad de derrota electoral en las legislativas de 2009 y la percepción de que el kirchnerismo no podrá retener el poder en 2011, motivan este fenómeno.  

En este contexto político y con los inevitables efectos económicos y sociales por al crisis global, será difícil para el oficialismo ganar las elecciones legislativas.

Pero cabe plantearse qué es ganar o perder la elección el año próximo.

Es posible que la elección se provincialice, aunque se trata de una elección esencialmente nacional, dado que se eligen legisladores nacionales y no gobernadores, con al excepción de Santiago del Estero y Corrientes. A nivel provincial, sólo se renuevan algunas de las legislaturas provinciales y parcialmente cargos municipales.

En un año muchas cosas pueden suceder, pero puede conjeturarse que la oposición difícilmente se unifique a nivel nacional. Pensar en un frente que sume a los diversos restos de la UCR hoy dispersa, Coalición Cívica, el Socialismo, el PRO y el Peronismo Disidente en sus varias versiones, no es sólo difícil, sino también improbable, aunque en política no hay absolutos y siempre pueden existir alternativas intermedias.

Es probable que se dé cierta unificación de la oposición no peronista a nivel provincial, tomando como modelo el éxito opositor en las elecciones municipales de Río Cuarto (Córdoba), Bariloche (Río Negro) y Santa Rosa (La Pampa), realizadas en 2007. En los tres casos el peronismo fue derrotado porque el no-peronismo se unificó detrás de un candidato de origen radical.

Se trata de una fórmula simple, probada con éxito por Alfonsín en 1983 y por De la Rúa en 1999: sólo cuando el no-peronismo se une, el peronismo  puede ser derrotado.

De acuerdo a ello, es probable que este tipo de proceso se dé a nivel provincial. En  Santa Fe, el no-peronismo votaría por el Socialismo de Hermes Binnner y en Córdoba se unificará detrás de Luis Juez. En la Capital, que siempre es un distrito muy particular, seguramente la competencia se centrará entre Macri y Carrió, con el oficialismo en tercer lugar.

A ello se agrega la incertidumbre sobre qué harán los llamados radicales-K. Al momento del conflicto con el campo, sólo dos (Santiago del Estero y Río Negro) se mantuvieron con el gobierno nacional.

Varios de ellos ya abandonaron el oficialismo para la elección.

Además, surge el interrogante de qué sucederá con la suma nacional del peronismo, que parece sustituir al Frente para la Victoria como expresión electoral del kirchnerismo.

No está claro si se podrá sumar al oficialismo a un gobernador como Das Neves, que tiene una posición crítica y además ha desafiado al gobierno nacional lanzando prematuramente su candidatura presidencial para 2009. Los gobernadores se alinearán de acuerdo a sus intereses y conveniencias con el oficialismo nacional. Si estar con él, suma votos lo harán, pero si resta tomarán distancia.

Tampoco hoy es claro cómo se articulará el Peronismo Disidente y cuál será su magnitud electoral.

Que la política argentina es compleja lo vemos en la elección de gobernador que tiene lugar en Santiago del Estero ante de finalizar 2009. En este caso, el no-peronismo está unido detrás del gobernador, un radical kirchnerista que suma hasta al PRO. A su vez, el peronismo local fue intervenido por su negativa a apoyar la candidatura no-peronista del gobernador, que en este caso es la kirchnerista.

Esto nos puede llevar a la conclusión de que es probable que no se pueda realizar, en la elección de 2009, una suma nacional clara ni a favor ni en contra del Gobierno, pero que a nivel de distritos el resultado sea menos favorable para el oficialismo que en 2005 y 2007.