El Casino de Buenos Aires acertó un jugoso pleno. Gracias a un fallo de la Cámara Federal, se salvó de pagar una multa de más de 58 millones de dólares, por haber girado al exterior divisas cuando regían las restricciones del “corralito” y el “corralón” tras la crisis que tumbó al gobierno de Fernando De la Rúa.

(Cuarto Intermedio – 31 de marzo de 2010)- El Casino de Buenos Aires fue acusado ante la Justicia mediante una nota anónima por girar dinero al exterior cuando no podía hacerlo, salvo autorización expresa. La Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias del Banco Central dispuso “instruir sumario respecto de las transferencias operadas entre el 24 de mayo y el 30 de agosto de 2002 desde la empresa Casino de Buenos Aires y/o sus autoridades”. Tras esa investigación, el BCRA “consideró acreditado que Casino de Buenos Aires S.A. durante el año 2002 había transferido u$s 5.830.000 al exterior, sin contar con la conformidad previa del BCRA, declarando falsamente que esa suma había sido transferida para cancelar deuda comercial (pago de importaciones) y no financiera”. Según el Régimen Penal Cambiario, esa falta se pena, la primera vez que se comete, con una multa de “diez veces el monto de la operación en infracción”. Diez veces 5.830.000 dólares es igual a 58.300.000 dólares. Eso debió haber pagado el Casino. Pero el fallo detectó errores de procedimiento y detalles formales en el anónimo que disparó la “investigación”. De modo tal que, con esas premisas, la Cámara determinó que “en las condiciones en que fue promovida esta causa, a raíz de una denuncia anónima que carece de un relato circunstanciado de hechos, no resulta posible establecer si -además de la infracción cambiaria- las transferencias de dinero a las que hace referencia la resolución del Superintendente de Entidades Financieras y Cambiarias pueden llegar a resultar constitutivas también de algún otro delito de acción pública”.