Definen medidas para evitar cortes de energía durante el verano

El Gobierno Nacional afirmó que comenzó a trabajar de manera anticipada sobre un conjunto de medidas para evitar que los usuarios residenciales padezcan cortes en el suministro de energía eléctrica durante los picos de demanda que se lleguen a producir en el verano. Por Cuarto Intermedio

La Secretaría de Energía informó que se encuentra trabajando en una serie de medidas concretas para evitar que los usuarios residenciales sufran cortes de electricidad en los picos de demanda durante la temporada de verano 2024-2025.

Entre las del segmento generación, se encuentran la importación de energía y potencia de Brasil en días críticos; la gestión con Paraguay para aumentar los intercambios de Yacyretá; y el diseño de un mecanismo de incentivos a la disponibilidad de generadores térmicos.

A la vez, indicaron que en el sector transporte se trabajará en la disponibilidad de cuatro transformadores de reserva, mientras que en el segmento de distribución se establecerá un mecanismo de gestión de reducción de demanda a los grandes usuarios (industrias), voluntario, programado y remunerado.

En paralelo, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) instruirá a las empresas distribuidoras del Área Metropolitana de Buenos Aires (Edenor y Edesur) a presentar un Programa de Atención de Contingencias para sus nodos críticos.

Finalmente, desde la cartera energética remarcaron que entre las acciones que llevarán adelante desde el Gobierno nacional no están previstos los cortes programados a usuarios residenciales.

“Estas medidas son imprescindibles por la crisis que vive el sector energético debido a la falta de inversión y mantenimiento en los últimos 20 años, que llevaron al sistema al borde del colapso. Por esta situación crítica, el Gobierno en el inicio de su gestión declaró la emergencia del sector energético nacional en todos sus segmentos: generación, transporte y distribución”, recordaron.

Cabe señalar, además, que a ello se sumará durante el verano la parada técnica de la Central Nuclear Atucha I; la situación coyuntural hidrólógica de Brasil; y las extensas olas de calor que se pronostican, que demandarían 30.700 MW, superando así el pico histórico de 29.653 de febrero de este año.