Más allá de sus indubitables calidades intelectuales, Carlos Fayt, el longevo juez de la Corte Suprema de Justicia -de 92 años de edad- consiguió en los últimos días un respaldo inesperado y, seguramente, gratificante: el de otros “viejitos”, menores en edad pero tan lúcidos como él. 

(Cuarto Intermedio – 19 de abril de 2010)- El Movimiento Patriótico Nacional Provisional repartió en tribunales y dejó en Mesa de Entradas de la Corte Suprema un documento en el que manifestó  su “solidaridad con los jueces mayores de 75 años”. Desde el kirchnerismo, el diputado y consejero de la Magistratura, Carlos Kunkel, reclamó la salida de Fayt porque la Constitución establece que los jueces permanecen en sus cargos hasta los 75 años. Un fallo de la propia Corte consideró inconstitucional esa norma y Fayt, al igual que otros jueces de instancias inferiores, permanecen en sus puestos. “Con sus 92 jóvenes años a cuestas, está todos los días en su despacho administrando justicia y realizando sus tareas… Condenamos las actitudes de hostigamiento con la cual se pretende inconstitucionalmente separar a los jueces de sus cargos. Estas actitudes las consideramos un aberrante acto discriminatorio en perjuicio de las personas de mayor edad”, sostuvo la agrupación de jubilados.Fayt permanecerá en su cargo hasta que lo desee. Sabe que en cuanto haya una maniobra política o judicial para removerlo tendrá, al igual que los jubilados, un batallón de instituciones sociales, académicas, religiosas, judiciales y políticas que lo respaldará y le hará pagar muy caro el intento a quien quiera sacarlo por la fuerza de su despacho del cuarto piso de tribunales.