Carlés rechazó las acusaciones en su contra sobre su currículum

El candidato propuesto por el Gobierno nacional para ocupar el lugar que dejó vacante Eugenio Zaffaroni en la Corte se defendió de los cuestionamientos que... Por Cuarto Intermedio

El candidato propuesto por el Gobierno nacional para ocupar el lugar que dejó vacante Eugenio Zaffaroni en la Corte se defendió de los cuestionamientos que recibió en relación a sus antecedentes profesionales y a su joven edad para ese puesto, y respondió que los mismos carecen de sustento.

En un reportaje publicado en el diario Página 12, el candidato para reemplazar a Zaffaroni en la Corte Suprema de Justicia, Roberto Carlés, dijo que no cree que la edad sea de por sí un valor o un disvalor y que sus años están dentro de los que establece la Constitución nacional.

Asimismo, consideró que hoy por hoy la Corte Suprema de Justicia está incompleta dado que tiene solo cuatro miembros cuando la ley marca que deben ser cinco. “Originariamente nuestra Corte era de siete. Luego se la reduce a cinco. Pero la experiencia reciente de siete fue muy buena; también podría ser de nueve”, opinó el abogado penalista en la entrevista publicada en el mencionado matutino porteño.

Respecto a los cuestionamientos sobre su currículum, Carlés admitió que cumplió funciones dentro del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF) pero como asesor. “Es verdad que la forma de contratación era una pasantía, pero quizá para no poner en evidencia la precariedad de la forma de la contratación no nos llamaban pasantes, sino asesores”, se defendió.

Al ser consultado sobre su paso por el Senado de la Nación, el abogado ratificó que fue contratado en la Dirección de Obras y Servicios Públicos (enero de 2012) para trabajar en cuestiones legales que tienen que ver con la gestión. “Duró poco porque en mayo de 2012 Zaffaroni me requirió para que fuera a trabajar a la comisión de Reforma del Código Penal”, contó.

Por último vaticinó que el pliego de su designación conseguirá acuerdo en la Cámara Alta. “No me dedico a contar votos pero me cuesta imaginar con qué argumentos podrían cuestionarme en una audiencia”, argumentó.