La siesta ocurrió en el Salón Rojo que utiliza la Cámara de Senadores para las reuniones de comisiones o para las conferencias de prensa.
La “cama” de la empleada cansada consistió en unas sillas unidas, de acuerdo con lo que se ve en las fotos que difundieron el caso.
La vicegobernadora, la radical Laura Montero, ordenó una investigación administrativa al área de Recursos Humanos del Senado para que la empleada, Gabriela Rojas, explique por qué tomó esa decisión.
De acuerdo con los trascendidos periodísticos, Rojas llegó con el peronista Carlos Ciurca a la Legislatura cuando éste era vicegobernador, para desempeñarse en el área de Protocolo. Ahora, tras la investigación, estimaron que Montero decida separarla de su cargo y vuelva al Ministerio de Seguridad, su destino original en la repartición pública.
Hace unos días, la Legislatura había sido foco de una polémica por el tratamiento anticelulitis que obsequió a las legisladoras y empleadas por el Día de la Mujer.