El 28 de junio próximo se eligen 129 diputados nacionales en todo el país, más 24 senadores nacionales correspondientes a 8 provincias. En algunos distritos también se elegirán en esa fecha autoridades provinciales y locales.
Capital Federal (renueva 15 bancas de diputados nacionales)
PRO
Acuerdo Cívico y Social
Proyecto Sur
Provincia de Buenos Aires (renueva 35 bancas de diputados nacionales)
Fte Just. p/ la Victoria
Unión-PRO
Acuerdo Cívico y Social
Alianza Nuevo Enc.
Candidaturas testimoniales: elecciones virtuales
El lector de este sitio seguramente ya habrá accedido a las posturas de distintos constitucionalistas y funcionarios en torno a la legalidad o legitimidad de las llamadas candidaturas -testimoniales o de candidatos que no reunirían las condiciones previstas en la Constitución-, impulsadas para la próxima elección legislativa del 28 de junio. No hay dudas respecto a que como toda cuestión jurídica que hace a asuntos políticos, la solución será política, haya o no un pronunciamiento judicial previo al desarrollo del comicio.
Más allá de lo que finalmente ocurra, de quienes resulten electos y de quienes se postulen ganadores el 28 a la noche, nada quita la verdad: perdimos todos. Perdimos cuando permitimos que la publicidad reemplace a la militancia; que el dinero para solventar campañas reemplace a la trayectoria política; que la popularidad sea más importante que el prestigio y finalmente, que toda legitimidad se emane desde las encuestas de opinión.
¿Sabe el lector que la mayor parte de las encuestas que se comercializan y usan -por ejemplo para reemplazar a las antiguas elecciones internas de candidatos- se hacen telefónicamente? ¿Sabe alguien con qué método -si es que no se trata de un burdo dibujo- se proyectan los resultados así obtenidos a un universo poblacional que cada vez posee menos líneas de telefonía fija? ¿Conoce alguien que se hizo de los viejos partidos políticos o en qué momento y a causa de qué desaparecieron?
Sabemos que se trata fundamentalmente de elecciones legislativas y gracias al cuadro expuesto más arriba, qué candidatos seguramente asumirán mediante nuestro voto. Hagamos la prueba de preguntar a taxistas, choferes, mozos, empleados, albañiles, operarios, a nuestros compañeros de oficina y a todo el que se nos ocurra, de qué se trata la próxima elección.Cuando analicemos el resultado de este simple ejercicio, tendremos conciencia de cuán vacía de contenido quedó nuestra democracia y de la verdadera gravedad de nuestros problemas.