¿De qué hablamos cuando hablamos de modelo?

A sólo días de que se lleven a cabo las parlamentarias, la estrategia del kirchnerismo es poner el foco de atención en “el modelo de... Por Cuarto Intermedio

A sólo días de que se lleven a cabo las parlamentarias, la estrategia del kirchnerismo es poner el foco de atención en “el modelo de gestión”, que comenzaron allá por el año 2003 durante la presidencia del santacruceño y que continúa hoy con el mandato de su esposa, Cristina Fernández.

 (Cuarto Intermedio  – 18 de junio de 2009)- Pocos se detuvieron a explicar en qué consta el hecho de profundizar o avanzar en el modelo K y si este planteo es acorde para una elección de término medio, donde lo que se renueva es la mitad de la cámara de diputados y un tercio de la del senado. Pero más allá del último punto discutible, por cierto, conviene repasar algunos puntos objetivos de la gestión del matrimonio para vislumbrar cuál puede ser el futuro si los Kirchner logran imponerse el 28 de junio, y pueden “continuar con el modelo de desarrollo”, según las propias palabras del Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

Hoy el panorama es muy distinto al que era entonces y las recetas de antaño parecen no tener el mismo efecto. El gobierno de Cristina atravesó la crisis del campo y acarreó unas cuantas pérdidas por no poder implementar y negociar de manera inteligente una medida tributaria necesaria para la economía. El contexto de la crisis internacional actual no colabora y los números internos no son alentadores. Según un trabajo realizado por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que comparó la situación económica del país en 2007 respecto a la de 1997, determinó que la Argentina retrocedió en casi todos los aspectos socioeconómicos. Creció la informalidad laboral de un 37 por ciento a un 41.5 por ciento. La brecha que separa al 10 por ciento más rico de la sociedad se incrementó de un 22.1 durante el segundo gobierno de Menem a un 28.7 por ciento durante los primeros meses de gestión de Cristina Fernández. Y a pesar de que el Producto Bruto interno es un 32% mayor al de la década pasada, la cantidad de desocupados es aproximadamente la misma.

Resumiendo, se logró impulsar el crecimiento de algunas variables, ya que se consiguió tener una economía más significativa en volumen, pero los indicadores sociales empeoraron. Estos valores reflejados por la CTA revelan, en contraposición a la llamada redistribución de los ingresos que utiliza el oficialismo como punta de lanza para su campaña, una concentración económica en un espacio reducido de beneficiarios.

Otra de las cuentas pendientes que tiene este gobierno según la crítica, fue no avanzar en una política de acuerdos, dialogo y de pluralidad concertada con los sectores opositores. Considerar la creación de una verdadera concertación, que por supuesto no exceptúa de tensiones y conflictos entre las partes, pero que al menos las encuadraría dentro de un marco de procedimientos legales y de respeto por las normas democráticas.

Entre otras cosas, de esto hablan los funcionarios cuando hablan de continuar con el modelo. Lo bueno sería que anuncien cómo van a hacer para corregir las falencias, que por lo visto, son importantes.