Con los testimoniales ¡no!

Daniel Scioli resolvió cortarse por los suyas y desoír a Kirchner para darle más voz y lugar a los intendentes del conurbano. En este caso, considera que... Por Cuarto Intermedio

Daniel Scioli resolvió cortarse por los suyas y desoír a Kirchner para darle más voz y lugar a los intendentes del conurbano. En este caso, considera que desatender sus reclamos le significarían más dolores de cabeza que los que le podría aparejar su propio jefe.   

 (Cuarto Intermedio  – 21 de julio de 2009)- Desde el entorno de Daniel Scioli aseguran que ya se comenzó con la operación “despegue” tras el duro revés electoral sufrido el pasado 28 de junio. Según parece, los intendentes bonaerenses lo pusieron entre la espada y la pared luego de que estos se sintieran despreciados por Néstor Kirchner (los acusó de traidores y de formar parte de la “vieja política”).

“O estás con él o estás con nosotros”, le habrían manifestado varios caciques del conurbano a Scioli, dado que el ex motonauta no había salido en defensa de ellos por las duras palabras arrojadas de parte del ex Presidente.

Si bien la provincia atraviesa por un grave déficit presupuestario y hasta se rumorea con la aparición de un bono para cancelar obligaciones, el gobernador bonaerense decidió junto a un grupo reducido de su gabinete (entre ellos su jefe de Gabinete Alberto Pérez y su hermano José), que lo mejor sería apoyar a los intendentes para apuntalar su gestión y diferenciarse paulatinamente del kirchnerismo, aún a sabiendas de que ello podría significarle una merma en lo que a partidas de dinero respecta.

Según deslizaron desde el entorno provincial, Scioli mantuvo una serie de encuentros reservados con intendentes del conurbano al poco tiempo de haber transcurrido las elecciones legislativas y en esas reuniones coincidieron en que tendrían que construir alternativas financieras que ayudaran a oxigenar las cuentas de sus municipios. De hecho, son conscientes que Néstor Kirchner hará lo imposible para dificultar el envío de remesas gubernamentales hacia aquellos distritos en los que se sintió traicionado.

Como primera medida, el gobernador bonaerense decidió desplazar a Daniel Arroyo del ministerio de Desarrollo Social y en su lugar colocó al ahora ex intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Alvarez, en lo que fue una clara señal de buena fe. Además, se espera también que en poco tiempo, hombres y mujeres de otros intendentes (aun no trascendieron de cuales), desembarcarán en puestos de la secretaría de obras públicas. 

Al parecer, Daniel Scioli entendió que la mejor manera de hacer las paces con los caciques del conurbano bonaerense pasaría por hacerlos formar parte de su gestión. Para ello, acordó ubicarlos en lugares donde, si bien no circulará en abundancia, por lo menos tendrán garantizado que parte de los recursos, pasarán inexorablemente por esos ministerios.