Cuasi salen

Mucho se estuvo hablando en las últimas semanas (incluso se deslizó la idea antes de las elecciones legislativas) de la posible vuelta de las cuasimonedas... Por Cuarto Intermedio

Mucho se estuvo hablando en las últimas semanas (incluso se deslizó la idea antes de las elecciones legislativas) de la posible vuelta de las cuasimonedas al bolsillo de los argentinos. De hecho, no es una mentira el fuerte déficit de caja que presentan varias provincias, con la de Buenos Aires a la cabeza.

(Cuarto Intermedio  – 2 de septiembre de 2009) – Justamente, en la tierra gobernada por Daniel Scioli, fue por donde más fuerte se escuchó ese rumor. “Es absolutamente innecesario porque hay liquidez financiera suficiente. Además, hacer eso implicaría un profundo desconocimiento de los acuerdos firmados con todas las provincias que prohíben la emisión de cuasimonedas”, tuvo que salir a aclarar el ministro de Economía bonaerense, Alejandro Arlía. No obstante, esas declaraciones escondieron un claro mensaje y destinatario: llegada la instancia de tener que romper con esos acuerdos, la única responsable por ello sería la Nación.

Así como el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, viene amenazando al Ejecutivo con emitir cuasimonedas si no le liberan los fondos correspondientes de su provincia, en Buenos Aires no titubearon en hacer públicos los problemas financieros que presentan las arcas del palacio de Hacienda de La Plata. Tal es así, que determinará por decreto la vuelta del impuesto a la herencia (o a la Transmisión Gratuita de Activos), que perjuraron que no alcanzará a la clase media y además uno que se aplicará a la venta de autos usados (algo así como al sellado en el registro automotor). Sumados a estos, a partir de 2010, los acompañará el del revalúo inmobiliario que se aprobó el año pasado.

Mientras tanto, desde Olivos, están diseñando un plan de oxígeno financiero para las provincias porque pese a que Néstor y Cristina Kirchner no les disgustaría ver como se hunden aquellos gobernadores díscolos de la gestión oficial o los denominados “traidores” (Scioli, Schiaretti, Peralta, Binner, Colombi, etc), en el fondo son conscientes que en el hipotético escenario de que los distritos se vean obligados a emitir cuasimonedas, la culpa recaería pura y exclusivamente sobre Balcarce 50. Esa, desde ya, es una situación que prefieren mantener lejos, dado que a la alicaída imagen presidencial (estudios privados sostienen que es del 23 por ciento), no pueden sumarle la amenaza de un estallido social o un descontento generalizado de la población.

Se espera entonces, que desde el gobierno accedan a modificar algunos otros puntos (y plazos) de la Ley de Responsabilidad Fiscal que fue sancionada en 2004, para que las provincias puedan endeudarse y afrontar sus respectivos pasivos. De esa forma, quedaría alejada la posibilidad de que los billetes de valor nominal vuelvan a circular por las calles en el corto plazo.