Son varias las versiones que se tejen acerca del futuro y la suerte que correrá el tridente conformado por Mauricio Macri, Felipe Solá y Francisco De Narváez que resultó victorioso en las pasadas elecciones del 28 de junio.                

(Cuarto Intermedio  – 14 de octubre de 2009) – Pese a que desde el seno del jefe de Gobierno porteño aseguran que el PRO ya está listo para prestar batalla a nivel nacional, lo cierto es que Macri aun se encuentra deshojando la margarita y no se decide por un tema del que no puede darse el lujo de prolongar por mucho tiempo: aspirar a la banda y el bastón presidencial en 2011 o retener por cuatro años más su función actual. Las voces que se escuchan desde su partido son básicamente dos. Algunos, piensan que debería buscar su reelección y realizar otros cuatro años más de gestión al frente de la Ciudad de Buenos Aires (dicen que un solo mandato bien hecho solo sirve para enmendar al del predecesor) para ir recién “con todo” en 2015. Otros, en cambio, consideran que la oportunidad más clara será en las presidenciales venideras, puesto que es impredecible lo que pueda suceder con la economía y el contexto social de los próximos años que le garantice llegar de la mejor forma a esa instancia.

De  Felipe Solá, ya se conocen sus ambiciones presidenciales y lejos de renegar acerca de ellas, se encarga de ratificarlas cuando es consultado sobre ese tema: “Yo quiero ser candidato a Presidente, como tantos otros, pero hay que trabajar con humildad y moderación”, reza un artículo de su sitio web con fecha del 24 de agosto. De todas formas y pese a no contar con una imagen sólida a nivel nacional, corre con una especial ventaja respecto a sus socios políticos de la pasada elección: su paso por la gobernación bonaerense le da un plus de reconocimiento entre los habitantes y los principales caciques de la provincia que ante una supuesta “declaración de guerra al kirchnerismo”, podría arrastrarlos hacia su molino en el marco de su plan por reestructurar al Partido Justicialista. Le quedaría, entonces, comenzar a recorrer el interior del país. ¿Lo hará a partir del año que viene?

El caso de Francisco De Narváez parecería estar sumergido en una duda radical inducida por el propio protagonista. Es que no solo coquetea con la posibilidad de presentar su candidatura para gobernar la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones, sino que ahora también lo seduce la idea ir por el sillón de Rivadavia. El único problema, como es de público conocimiento, es que el diputado haya nacido en tierras colombianas. Aun así, fuentes cercanas al entrono del “Colorado” aseguran que fueron varias las consultas realizadas a juristas y constitucionalistas para buscar en la letra chica de la ley, alguna manera que le posibilite aparecer en las boletas en el 2011. Llegado el momento, recursos para la campaña e imagen, parecerían alcanzarle en los tiempo que corren.

La aguas permanecen calmas en Unión PRO y lo estarán así hasta tanto alguno de sus referentes blanqueé sus verdaderas intenciones para dentro de dos años. Eventualmente, dos podrían ser compañía. Pero tres…