El gobierno ya tiene la ley de medios que quería y en pocos días más el Presupuesto y la prórroga de impuestos que necesita. Como no puede asegurar su número después del 10 de diciembre, lo más probable es que pese al costo político, clausure el Congreso desde el 1 de diciembre hasta el 1 de marzo.

(Cuarto Intermedio  – 16 de octubre de 2009)- Los gobiernos provinciales y sus legisladores, al margen de otras cuestiones, tienen en el proyecto de reforma de la Ley de Responsabilidad Fiscal y en los artículos 52 a 55 del proyecto de ley de Presupuesto, motivos suficientes para no dificultar su aprobación, lo cual incluye el paquete de proyectos de prórroga de impuestos ya sancionados por Diputados.

La ley de medios ya está y a todos les quedó clarito que el gobierno no se va a rendir fácilmente. Ahora falta que comiencen a florecer señales de pueblos originarios, ong’s y cooperativas. Tal vez pronto veamos o escuchemos las de las universidades públicas que pese a sus cuantiosos presupuestos, hasta el día de hoy no han logrado ofrecer siquiera WI-FI para sus alumnos (el servicio de Internet inalámbrico que San Luis y la República Oriental del Uruguay brindan gratuitamente a todos). Pero si esto no ocurre, ¿a quién puede importarle mientras la pobreza y el hambre sigan en niveles como los actuales? Y a decir verdad, si comienzan a solucionarse esos problemas, lo que resulte de la nueva ley de medios importará menos.

Lo importante para el Gobierno es la impresión del momento, the snapshot. Por eso algunos ideólogos piensan que antes de proceder a cerrar el Congreso, sería necesario una ley cuya aprobación no solo produzca el vuelo de papelitos arrojados desde los palcos, sino algún impacto real en la población. Asesores de Economía y del diputado Claudio Lozano analizan en tal sentido la posibilidad de sancionar una ayuda social universal, producto de mestizar la idea original de la CTA con la ampliación del salario familiar que impulsa el diputado Recalde.

Si las cuentas dan, no sería extraño que sea este el proyecto con el que el oficialismo quiera cerrar el año legislativo, con una foto que si no muestra a todos festejando en forma unánime, al menos definirá con quiénes el gobierno aspira a continuar legislando a partir de marzo. Vale recordar que el punteo recientemente realizado por Verbitzky contabilizó 124 diputados. Con tan solo 5 borocotazos, el oficialismo lograría mantener el quórum en la Cámara Baja.

El desafío de la oposición será que ese número decrezca para poder derribar algunas de las leyes que sancionó este gobierno. Pero eso se verá a partir de marzo.