En 2010 debería realizarse el juicio oral y público por el “Caso Bulacio”, el joven que murió en 1991 después de asistir a un recital de los Redonditos de Ricota.

(Cuarto Intermedio – 14 de enero de 2010)- No será, por cierto, un juicio por “homicidio”, pues en el expediente consta que Walter Bulacio no murió por golpes (contrariamente a lo que supone el imaginario popular) sino por un aneurisma “no traumático”.

El ex comisario Miguel Angel Espósito, único imputado en la causa pero por “privación ilegal de la libertad”, movió una pieza judicial importante en las últimas horas: ofreció a la Justicia colaboración para esclarecer otras dos muertes recientes tras sendos festivales musicales en los estadios de Vélez Sársfield y Ferro Carril Oeste. Lo hizo mediante escritos ante la fiscalía de instrucción número dos, a cargo de Eduardo Cubría, quien investiga la muerte de Rubén Carballo en el recital de Viejas Locas, y ante la jueza María Fontbona de Pombo,  quien investiga la muerte de la joven  Melisa La Torre, tras un recital del grupo “Las Pastillas del Abuelo”.

Espósito advirtió que la investigación podría fracasar si desaparecen las respectivas “órdenes de operaciones escritas” con que debió manejarse la Policía. Precisamente ese papel fue el que desapareció en la “Causa Bulacio”, que lleva 19 años de tramitación.