Para Mujica lo cortés no quita lo valiente

El fugaz y sorpresivo viaje de Mujica -quien cruzó el Río de la Plata para entrevistarse en la residencia de Olivos con la presidenta- pareciera... Por Cuarto Intermedio

El fugaz y sorpresivo viaje de Mujica -quien cruzó el Río de la Plata para entrevistarse en la residencia de Olivos con la presidenta- pareciera desnudar una sola conclusión.Por Jorge Carlos Brinsek Director de Productora de Servicios Periodísticos (www.prosep.com.ar)

(Cuarto Intermedio – 7 de abril de 2010)- Con fuertes indicios de que el fallo del tribunal de La Haya por la pastera Botnia será favorable a su país, el anciano mandatario y antiguo líder guerrillero prefirió extender su mano y ofrecer a su colega, y vecina, sus mejores oficios para absorber el mal trago y seguir adelante en proyectos conjuntos.No puede de otra manera explicarse el hecho de que unas pocas horas antes, Mujica se haya preocupado personalmente en conseguir una comunicación con la mandataria y ambos hayan acordado, dentro de la mayor discreción, encontrarse rápidamente. El helicóptero evitó lo que hubiera sido una obligada recepción en Aeroparque sumado al traslado terrestre hasta la residencia presidencial con el consiguiente ajetreo en materia de protocolo y seguridad.Como suele ocurrir en estos casos la versión oficial argentina del encuentro, proporcionada por el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, difiere en lo sustancial por la brindada luego por el canciller del vecino país, a los periodistas uruguayos en Montevideo, quienes se desayunaron con la noticia  al igual que sus colegas argentinos cuando ésta se estaba desarrollando.Para Fernández se trató de una reunión de rutina en donde se hablaron cosas de Gobierno. Para el canciller oriental, la cita tuvo un tema crucial que justificó indudablemente el cruce entre las dos capitales: ambos presidentes habrían acordado abrir un paraguas que los deje fuera de la lluvia de secuelas que en uno u otro sentido podría traer el fallo, y que fueran precisamente los dos cancilleres los que luego instrumentaran la forma de hacerlo cumplir.Es todo un tema. Uruguay necesita gas (que no lo tiene) y la forma más barata de traerlo es de Bolivia para lo cual deberá alquilar la red troncal argentina. En ese contexto Mujica no tuvo mayor problema en levantar el veto que su predecesor, Tabaré Vázquez, había puesto contra la anhelada candidatura de Néstor Kirchner a presidir la Unión de Naciones del Sur (UNASUR). Vázquez, irritado por los desplantes de Kirchner, en particular por el bloqueo carretero en Fray Bentos, había bajado el pulgar al ex mandatario argentino. Ahora, con el fallo a la vista que se augura favorable a Montevideo -pero con el firme compromiso de los dos países de monitorear el agua tratada en la planta y paralizarla de inmediato al menor indicio contaminante- Mujica optó por un trámite expeditivo: lo cortés no quita lo valiente. Dar una mano al vencido es necesario, aunque el puente internacional siga cerrado un tiempo más. Lo prioritario ahora es el gas para casi cuatro millones de uruguayos, incluso para los enojados fraybentinos que han perdido mucho dinero por el bloqueo que echó por tierra un negocio floreciente con el tráfico internacional.Así lo transmitió el mandatario uruguayo a su colega brasileño Lula Da Silva en la reunión que ambos mantuvieron el fin de semana. Lula tampoco está interesado en poner obstáculos para Kirchner si es que el resto de los mandatarios de la región, acepta digerirlo.En este contexto los próximos días serán pródigos en novedades. Mujica tiene también sus propios frentes que atender, pero es conciente que un país chico, con dos gigantescos vecinos que se sacan chispas entre sí, amerita una política de entendimiento que evite fricciones innecesarias y por el contrario otorgue múltiples beneficios.