El muerto que no murió

Acaba de develarse una de las historias más oscuras y enigmáticas de la toma del Parque Indoamericano: la del cuarto muerto que nunca existió. (Cuarto... Por Cuarto Intermedio

Acaba de develarse una de las historias más oscuras y enigmáticas de la toma del Parque Indoamericano: la del cuarto muerto que nunca existió.

(Cuarto Intermedio – 4 de enero de 2011)- La investigación que llevó adelante el fiscal de instrucción Sandro Abraldes permitió identificar al “muerto que no murió” como “Jhonny Morales”, un boliviano que efectivamente atravesó un riesgo de deceso pero que sobrevivió pese a los relatos que indicaban que había sido “rematado” por una turba de manifestantes.Según las filmaciones y fotografías cotejadas por el fiscal, efectivamente Morales fue subido a una ambulancia del SAME en medio de un caos generalizado, y cuando estaba a punto de salir del predio a bordo de ese vehículo fue bajado por un grupo de personas que impidió que se lo llevaran.Morales tenía, en ese momento, una herida de bala, supuestamente de calibre 22, que había ingresado pegada a su oreja y permanece aún hoy alojada en uno de sus maxilares. No afectó ningún órgano vital, por lo que pese a la espectacularidad de la herida, no hubo riesgo de muerte inminente. Morales tenía, además, una pronunciada hinchazón en un ojo, probablemente como consecuencia de un golpe de puño. Dos días después de los hechos, con la cara muy inflamada, fue visto en la villa lindera al Indoamericano por otros “paisanos”, que lo informaron al Consulado de Bolivia en Buenos Aires. Morales aún no declaró en el expediente pero será citado en los próximos días. En su cara lleva alojado uno de los elementos de prueba de la causa.