Intolerancia cortesana

La Corte Suprema de Justicia finalmente desalojó a los periodistas acreditados en Tribunales de la sala que ocuparon históricamente durante el último medio siglo. (Cuarto... Por Cuarto Intermedio

La Corte Suprema de Justicia finalmente desalojó a los periodistas acreditados en Tribunales de la sala que ocuparon históricamente durante el último medio siglo.

(Cuarto Intermedio – 5 de enero de 2011)- Los mandó a una oficina en el tercer piso de difícil acceso, mucho más chica y, eso sí, con la promesa de mayores elementos tecnológicos para que puedan trabajar. El episodio puso sobre el tapete una realidad no revelada y hasta ahora oculta: al presidente del tribunal, Ricardo Lorenzetti, no le gusta que lo critiquen. Y cree que el periodismo, sobre todo los acreditados en tribunales, deben estar a su servicio. Para utilizarlos cuando quiere mandarle un mensaje al Poder Ejecutivo (sobran los ejemplos: la ley de medios, la situación del procurador de Santa Cruz, el presupuesto de la Justicia, la extradición del chileno Apablaza) y “ningunearlos” cuando reclaman información que no tiene interés en difundir.Bastó que las tres agencias de noticias dieran a conocer el intento de traslado de la Sala de Periodistas para que Lorenzetti mandara a un colaborador a desalojar la sala, con la amenaza de cambiar las cerraduras y que al día siguiente no pudieran entrar. El arquitecto que fue a concretar el desalojo pretendía que un periodista que estaba escribiendo una noticia dejara de hacerlo, se levantara y se fuera sin más. Luego mandó a un mensajero a avisar: “si se van por las buenas, pidan todo lo que quieran y se lo vamos a dar. Si resisten, mañana cambiamos la cerradura”. Finalmente hubo acuerdo: Lorenzetti se quedó con la sala de periodistas y los mudó a otra oficina, cuyo equipamiento -fruto de la negociación- superará los 100 mil pesos de gastos del presupuesto de la Justicia.