Días atrás el ambiente futbolero se desayunó con un nuevo procesamiento contra el ex gerenciador de Racing Club, Fernando De Tomaso: esta vez por “defraudación fiduciaria” contra el club de Avellaneda por las ventas de los jugadores Matías Sánchez, Santiago Malano y Gustavo Cabral.
(Cuarto Intermedio – 9 de febrero de 2012) – De Tomaso ya tiene otros procesos abiertos por los manejos económicos que llevaron a Racing, de la promesa de la maravilla privatizadora a un perjuicio patrimonial del que sólo ahora, con una conducción ordenada y prolija, comenzó a salir.
La Sala Primera de la Cámara del Crimen confirmó el procesamiento por un delito que contempla penas de hasta seis años de cárcel: “haber perjudicado patrimonialmente, en su condición de titular de la firma Blanquiceleste S.A., a la firma Sud Inversiones y Análisis S.A., en su condición de fiduciario del fideicomiso financiero ‘Racing por Siempre 1’”.
La maniobra presuntamente perjudicial se habría producido “al desviar en provecho propio y/o de terceros el producto del 30 por ciento de todos los derechos económicos de los jugadores”, una de las cláusulas del contrato de gerenciamiento del fútbol del club.
De Tomaso explicó que “si no se depositó la totalidad del importe (correspondiente a los pases) ello obedeció a compromisos financieros y abruptas resoluciones judiciales no esperadas ni vislumbradas siquiera, que impidieron a Blanquiceleste cumplir con las obligaciones, a punto que le fue solicitada la quiebra un mes antes de dictados los actos jurisdiccionales”.
El argumento, que no fue tomado en cuenta durante la etapa de instrucción, le serviría al ex gerenciador de Racing para zafar de un juicio oral y alcanzar un mecanismo alternativo de resolución de conflictos, como por ejemplo, una probation o un juicio abreviado, consideraron fuentes judiciales.