Después de que trascendiera un fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que prohíbe expender los medicamentos de venta libre en góndolas de las farmacias en las que los clientes pueden tomarlos directamente, sin intervención de un profesional autorizado, se abrió en la Justicia otro debate vinculado con los laboratorios y sus productos medicinales.
Hace algunos días, la Corte Suprema rechazó intervenir como “tribunal originario” en una causa en la que una asociación de consumidores de Neuquén pidió que los medicamentos de “venta libre” puedan ser expendidos en quioscos y supermercados. El planteo de los consumidores va a contramano de la decisión judicial que, aún cuando se trata de fármacos que se venden sin receta, prioriza el cuidado de la salud y ataca la automedicación.
La ONG “Protección a los Consumidores y Usuarios de la República Argentina”, encabezada por Alberto Bartolomé Bianchi, planteó “la inconstitucionalidad de la ley local 2.707” de Neuquén, que establece que “la dispensa de los medicamentos de venta libre en la provincia sólo puede ser realizada en farmacias habilitadas, en mostrador y personalmente por farmacéuticos o personas autorizadas para su expendio”. Tal como lo indica la ley nacional, y tal como lo sostenía el fallo de la Cámara en lo Contencioso.
El argumento es que en Neuquén no hay tantas farmacias como en la Capital Federal. Y que en algunos parajes es necesario recorrer decenas de kilómetros antes de encontrar una, en lugar de ir a un kiosco a buscar una aspirina.