El ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, recibió una mala noticia desde la Justicia.
Una pareja de bailarines de tango que actuaba en Michelángelo, uno de los tradicionales reductos noctámbulos apuntado esencialmente a los turistas extranjeros, ganó un juicio laboral y con él, el derecho a una indemnización que les era negada porque además de ese reducto actuaban en otros.
“La exclusividad no constituye por sí misma una nota distintiva del contrato laboral”, dijeron los jueces de la Sala Octava de la Cámara Laboral.
El fallo beneficia a los bailarines Carlos Bisoli y Angeles González y condena a la empresa “Milonga Sentimental” y el co-demandado Lombardi -vinculado con Michelángelo- , al ratificar que existía una relación de dependencia que se pretendía desconocer en base a que la pareja también danzaba en otros eventos.
Los camaristas Víctor Pesino y Luis Catardo sostuvieron que “está fuera de discusión que los actores -ambos de profesión bailarines- prestaron servicios en el establecimiento que explota la demandada, denominado Michelángelo, donde se realizan distintos tipos de eventos y shows artísticos”.