Tras la salida de Silvina Gvirtz de Educación, el gobernador bonaerense busca consenso con la Casa Rosada en un esquema por el que Ricardo Casal iría a la Fiscalía de Estado.
En la gobernación provincial analizan por estas horas un esquema de cambios en el gabinete y de cobertura de vacantes clave que tiene como eje la división, en dos carteras, del ministerio de Seguridad y Justicia que conduce Ricardo Casal. Luego de la salida conflictiva de Silvina Gvirtz de la dirección de Cultura y Educación, ahora la intención es avanzar con movimientos en estas áreas.
La jugada, no obstante, deberá pasar una instancia decisiva: Daniel Scioli dio instrucciones precisas a los funcionarios que trabajan en el diseño de la movida, indicándoles que sólo se llevará a la práctica si hay previamente un acuerdo con la Casa Rosada tanto sobre los cambios estructurales, como sobre los nombres de los futuros funcionarios.
Fuentes calificadas indicaron que el gobernador ya decidió hablar personalmente con la Presidenta el asunto y que, con ese fin, ya estaría pedida, inclusive, la audiencia con Cristina.
Un eje troncal del diseño en marcha es la Fiscalía de Estado bonaerense, el ente que defiende los intereses de la Provincia de Buenos Aires en los tribunales y actúa como contralor en los actos administrativos clave como las licitaciones.
Ese organismo quedó vacante hace un par de semanas, debido al fallecimiento de quien fue su titular durante 25 años, Ricardo Szelagowski. Y en el acuerdo que buscará con la Casa Rosada, Scioli propondría que Ricardo Casal sea designado Fiscal de Estado.
Se trata de un cargo vitalicio, cuyo titular debe ser designado por el Senado a propuesta del gobernador.
Es frente a ese procedimiento -y un escenario político signado por el hecho de que el ultrakirchnerismo, encabezado por el vicegobernador Gabriel Mariotto, conduce y maneja el Senado- que el gobernador aspira a alcanzar un acuerdo con la Presidenta que inhiba eventuales cuestionamientos de sectores ultrakirchneristas.
Casal viene siendo duramente cuestionado por Mariotto y sectores ultra “K” como La Cámpora, entre otros, por las políticas de Seguridad y por el funcionamiento, en particular, de la Policía. Por eso, el área que conduce Casal también deberá ser parte de un acuerdo con el kircherismo.
En ese sentido, el esquema que se evalúa en la gobernación prevé volver al tradicional diseño de Seguridad y Justicia como sendos ministerios.
La unificación de esas dos carteras la dispuso Scioli en 2009, cuando Carlos Stornelli renunció al ministerio de Seguridad y se resolvió que el entonces titular de Justicia, Casal, se hiciera cargo de las dos áreas.
Como todo depende de un acuerdo, no hay candidatos definidos para Seguridad y Justicia. Pero sí hay nombres que se analizan en el sciolismo para la negociación. El del kirchnerista y “número 2” de Nilda Garré en Seguridad de la Nación, Sergio Berni, es uno de ellos. El del diputado Iván Budassi, otro, además de la ideade que un intendente podría ocupar uno de esos ministerios.