La Presidente está confundida ¿Qué tendrá la Presidente? Dijo Cristina: “Mientras yo sea Presidenta podrán quedarse con la Fragata, pero con la libertad, la soberanía y la dignidad de este país no se va a quedar ningún ´fondo buitre´ ni nadie”.
En lo sentimental ningún argentino puede dejar de compartir estas palabras.
Suenan épicas. Están en consonancia con otras tantas frases atinentes a cuestiones de gobierno que saben mover esa fibra que existe en los argentinos y que parece sacarnos de la reinante mediocridad. Sin embargo, ocultan que es la mediocridad reinante de la gestión la que llevó a nuestra nave al Puerto de Tema en Ghana. Sin ninguna necesidad y sin que estuviera previsto, el pasado 2 de octubre nos entrampamos solos. ¿Quién es el responsable? ¿Quién fue el inútil? ¿Acaso no podemos sospechar de corrupción y complicidades? ¿Quién esta llevando adelante la investigación? Lo real es que -como siempre- los problemas si sitúan por fuera de las responsabilidades de gestión del propio gobierno y se los encubre con palabras.
“…podrán quedarse con la Fragata, pero con la libertad, la soberanía y la dignidad de este país no se va a quedar ningún ´fondo buitre´ ni nadie”.
La realidad es que nuestra nave insigne hoy representa la libertad, la soberanía y la dignidad nacional. Y, si el “fondo buitre” se quedara con la Fragata -hecho sumamente improbable-, habrá avanzado sobre estos valores tan preciados por nuestra sociedad. De manera que es una profunda confusión defender valores desvinculándolos de la base material en la que toman sentido. Por ejemplo: el territorio, el petróleo, las industrias, la moneda o la Fragata Libertad. La respuesta correcta -no exenta de épica- podría haber sido: “No van a quedarse con la Fragata Libertad en ningún caso. Porque es la nave insigne de la Argentina y la defenderemos con nuestra vida. Antes hundida que entregada”.
“…podrán quedarse con la Fragata, pero con la libertad, la soberanía y la dignidad de este país no se va a quedar ningún ´fondo buitre´ ni nadie”.
A los «fondos buitre» se los alimentó durante todos estos años. No auditando la deuda, haciendo caso omiso de denuncias y fallos judiciales, evitando el tratamiento por parte del Congreso Nacional, abriendo canjes para los “enemigos” y con “Amado” para los “amigos” que hicieron pingües negocios, etc. En este contexto, ¿qué nos llevaría a pensar que los tenedores de títulos de deuda pública argentina no accionarán en cuanto lugar tengan para realizar su ganancia? ¿Se asustarán porque decimos que son buitres? Buitres han sido casi todos a quienes pagamos una deuda odiosa, inmoral, ilegal y fraudulenta. Ha sido “la libra de carne” que los gobiernos democráticos han pagado al imperio del capital financiero como cuota colonial. Por miedo, por complicidad, por compromiso,….no lo sabemos. Pero han pagado. Y han evitado toda investigación que pudiera echar luz sobre esta “deuda-estafa” ante la opinión pública. Opinión pública siempre sometida a la premisa moral de que: “las deudas se pagan”. Lo que no se dijo es que: “las estafas no se pagan”. Y la llamada deuda argentina no es otra cosa.
La Presidente tiene una enorme oportunidad. Defender en serio “la libertad, la soberanía y la dignidad de este país”. Convocar a la unidad nacional para que: los retazos de deuda provenientes de la época de la dictadura militar, que el Congreso Nacional, sobre documentación y pruebas firmes, pueda acreditar como odiosa e ilegal; sea desconocida para siempre por todas las fuerzas honestas, patrióticas y democráticas de la Argentina.
Ya pagamos con hambre, miseria, marginación y atraso, la controvertida “deuda-estafa”. Es hora de sacar la honda de David y apuntar a los buitres. Desplumar a estas aves rapaces. Dar una señal a los pueblos oprimidos. Y poner con orgullo en la escena internacional “la libertad, la soberanía y la dignidad de este país”.
*Secretario General Nacional del Partido Socialista Auténtico (Argentino).