Resultan desconcertantes (o por los menos llaman la atención), las declaraciones que viene realizando el diputado nacional Jorge Yoma en este último tiempo, quien según el grueso de la prensa, hoy por hoy está “alejado” de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Y es que si se repasa su actividad en el Congreso y, sobre todo, la instancia en donde el legislador debe levantar la mano en el recinto, queda a las claras que al fin y al cabo sus expresiones en contra del gobierno no van en concordancia con lo que termina votando.
“Está claro que los segundos mandatos emboludecen… habría que volver a un solo período presidencial de seis años y después escribir las memorias”, fue lo más reciente que manifestó el legislador riojano en una entrevista al diario Clarín, en alusión a la posible reforma constitucional que buscará el kirchnerismo para habilitarle otro mandato presidencial a Cristina. Sin embargo y si solo se tiene en cuenta el último período legislativo (130), lejos estuvo Yoma de mostrar su descontento con las iniciativas de la Casa Rosada: de hecho, fueron más significativos sus acompañamientos y ausencias, que las veces que se pronunció en contra del oficialismo.
Justamente, si se repasa minuciosamente la actividad del legislador, podrá uno encontrase con que Yoma, entre los proyectos aprobados más representativos para la Casa Rosada en 2012, prestó su apoyo para la expropiación de la Compañía de Valores Sudamericana S.A (Ciccone) y hasta para un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) por el cual se disponía “la intervención transitoria de la Compañía de Valores Sudamericana S.A. por un plazo de sesenta días”. Pero no solo con Ciccone el diputado fue condescendiente para con la gestión de la primera mandataria, sino que también dio el visto bueno a proyectos tales como el de la Ley de mercado de capitales, el sufragio a partir de los 16 años de edad, el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal correspondiente al año 2013, la Cuenta de Inversión presentada por el Poder Ejecutivo correspondiente a los ejercicios 2007 y 2008, y la licencia para que Martín Sabbatella pudiera asumir al frente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). Por otra parte, vale la pena también remarcar que registró varias ausencias, entre las cuales se destaca cuando se aprobó el proyecto por el cual se modificó la Ley 23.364 sobre prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas.
Ahora Yoma, que le muestra “los dientes” al gobierno nacional ante la prensa pero que en la práctica lo acompaña en el recinto ya sea votando a favor de sus iniciativas o con sus ausencias, comenzó a coquetear con el macrismo y hasta dejó entrever que este año (se le vence su mandato en el Congreso) podría presentar su candidatura en la Ciudad. “A lo mejor desde Buenos Aires puedo instalar temas del federalismo que no logré instalar desde el interior, porque quien más sufre la discriminación del Ejecutivo nacional es la Capital Federal… Yo soy peronista y apuesto al peronismo. Pero creo que Mauricio Macri no está haciendo un mal gobierno”, le dijo al diario de Ernestina Herrera de Noble.
¿Será entonces Yoma recibido en el PRO con los brazos abiertos? Desde ya que se tratará de una difícil decisión para sus popes, puesto que al igual que como sucede actualmente con la relación de éste con el oficialismo, temen que no terminaría siendo para nada beneficioso sumar a otra voluntad entre sus filas, a cambio pagar el costo de que luego terminen siendo criticados públicamente por uno que, en teoría, debería haber sido de los suyos…